Las huestes de la media luna invadieron las calles de Aspe en la tarde de ayer, llenándolo todo de colorido y música. La entrada de bandas marcó el inicio de las Fiestas de Moros y Cristianos que siguió con las entradas de los diferentes bandos.

Uno de los acontecimientos más aplaudidos de la jornada de ayer fue la participación de 15 personas con discapacidad física y psíquica en el boato de la comparsa Moros Sulaymán, más conocida como Sultanato. El alcalde de Aspe, Antonio Puerto, afirmó: «Este es un nuevo paso para la integración de todos los ciudadanos en las Fiestas de Moros y Cristianos».

Salida de comparsas

A las 20.30 horas, la fuente de la Calle Castelar se convertía en el punto de encuentro de todas las comparsas que 15 minutos después, recorrerían las principales calles de la localidad.

Al frente del desfile, se encontraba la Bandera de la Unión de Moros y Cristianos, dando paso a las comparsas del bando cristiano. Estudiantes, Contrabandistas de la Sierra Negra, Lanceros de Uchel y Cristianos Duque de Maqueda estuvieron a la cabeza. Aunque los verdaderos protagonistas fueron los comparsistas moros, sobre los que recayeron las miradas, en su tradicional entrada. De esta manera, desfilaron los Moros Alcaná, bajo la dirección de sus abanderadas infantiles, Alba Botella y Daniela Pujalte, y la mayor, María de las Nieves Cerdán; los Aljau, dirigidos por la abanderada infantil Marta Gámez y el capitán y abanderada adultos, Carlos Hernández y Miriam Gámez; los Moros Fauquíes, capitaneados por Ernesto Córcoles y Elena Mira; y Moros Sulaymán (Sultanato), dirigidos por su capitán y abanderada infantil, Estanislao Rocamora y María Rocamora; y los adultos, José Francisco Rocamora y Tamara Rocamora.

Este recorrido se revertirá esta noche, a partir de las 19.30 horas, una vez se produzca la guerrilla y los disparos de arcabuces en el Castillo de la Embajada. La toma de posesión de éste por parte del bando cristiano será el punto y final de la derrota mora.