Vecinos trabajando sobre los techos de sus viviendas, gente comprando tejas y cultivos destrozados por el granizo que cayó este viernes en Beneixama. Así se encontraba esta pequeña población al día siguiente de esa tormenta «apocalíptica».
Solo han pasado dos días desde las fuertes lluvias, por lo que todavía es pronto para determinar la cifra exacta de cultivos deteriorados, que puede oscilar entre el 80 y el 90%, unos cálculos iniciales realizados por algunos agricultores de la zona. Por este motivo, y según explicó el alcalde de Beneixama, Vicente Ibáñez, el Ayuntamiento decidirá solicitar la declaración de zona catastrófica tras la evaluación «exacta» de los daños en las plantaciones.
En cuanto a los cultivos afectados se encuentran los viñedos, los árboles frutales y los olivos, aunque los dos últimos, en menor medida, según confirmaron ayer desde la asociación agraria de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja). Sin embargo, todavía no existe un parte oficial que determine el alcance de las pérdidas. Desde Asaja explicaron además que este informe podría tardar un par de días en realizarse, siempre y cuando el tiempo lo permitiera y se pudiera acceder a las parcelas.
Diez minutos de tormenta
La comarca sufrió una intensa tormenta pasadas las 18.00 horas de este viernes que comenzó a descargar sobre Muro, Banyeres, Canyada, parte de Biar y Villena, pero sobre todo, en Beneixama. Las principales zonas afectadas de esta localidad fueron las que están situadas en la zona más alta del término municipal, lo que afecta directamente al núcleo urbano y los huertos más cercanos. De hecho, una vecina contaba que los campos ubicados al otro lado del río no se vieron perjudicados por el pedrisco.
Un gran estruendo sirvió como precedente de la granizada, que sorprendió a más de un vecino de la localidad, que no consiguió resguardarse a tiempo. Diez minutos intensos de granizo, que arrambló con vehículos, tejados, huertos y campos. Y a los que sucedió unas horas después, a las 23.00, una gran lluvia, que generó goteras en muchas viviendas.
Tras el susto del viernes y horas después del amanecer en Beneixama los vecinos se pusieron en marcha. Para muchos habitantes de este pequeño pueblo del Alto Vinalopó fue día de comprar materiales nuevos y subirse a los tejados de sus casas para arreglar los desperfectos, pues muchos de ellos no tenían un seguro que les cubriera los daños en sus hogares.
Unos acontecimientos que los ciudadanos de la localidad lamentan, principalmente por los cultivos, que son irrecuperables. Una de las vecinas detallaba que la caída de estas piedras heladas puede incluso perjudicar a las cosechas del próximo año. A pesar de todo, bromeaban diciendo que la tormenta no ha sido negativa para todos, refiriéndose a las empresas de materiales de construcción, a la que acudían muchos vecinos ayer a comprar tejados y otros artículos para reparar los daños de sus viviendas.
