La tormenta también se cebó con Banyeres y Muro con pedrisco del tamaño de «pelotas de ping pong», en palabras del alcalde Francesc Valls. La precipitación dejó daños en vehículos y desperfectos en cubiertas. En Muro, incluso, un hombre mayor resultó herido leve al recibir el impacto del pedrisco en la cabeza, lo que le provocó una herida abierta y sangrante por la que requirió atención sanitaria. M. CANDELA/ ANNA CORTÉS