El pedrisco caído a las seis de esta tarde en la localidad de Beneixama ha causado importantes daños materiales en el interior del casco urbano y agrícolas en prácticamente todo el término municipal.

El frente de la tormenta ha peinado el Alto Vinalopó procedente del interior de Valencia y ha descargado con especial intensidad entre Banyeres y Beneixama.

En apenas quince minutos el granizo, superior al tamaño de un huevo, ha reventado los cristales de casas y coches, destrozado tejas, agujereado persianas y techos de almacenes agrícolas, además de provocar contusiones a más de un vecino al que la tormenta de hielo ha sorprendido en la calle. Las pérdidas en los cultivos de vid y olivar también son cuantiosas.

TAMBIÉN EN MURO Y BANYERES DE MARIOLA

Banyeres de Mariola y Muro también se han visto sacudidas por el pedrisco, que en tamaño de «pelotas de ping pong», en palabras del alcalde de la segunda población, Francesc Valls, ha caído durante diez minutos al filo de las siete de la tarde.

Lo mismo ha ocurrido en Banyeres, prácticamente a la misma hora, en una tormenta que apenas ha dejado lluvia en ambas poblaciones, según han explicado

Las respectivas policías locales, se han registrado coches abollados e incluso alguna luna rota. En Muro, un hombre que paseaba por el polígono ha resultado herido leve al golpearle una bola de pleno y provocarle un corte en la cabeza, por el que ha necesitado atención sanitaria.