Si en octubre, la eldense Maite Amat y el alemán Martin Landmann estaban dispuestos a recorrer Europa desde el sur del continente, nueve meses después están a punto de llegar a su destino: el Cabo Norte de Noruega, lugar situado más al norte. Sin embargo, este no será el final de la travesía, pues la pareja seguirá pedaleando hacia el este del Mar Báltico. Un viaje en el que no se han bajado de sus «amigas de hierro».

Tanto Maite como Martin son amantes de la naturaleza y de las rutas en bicicleta. En Almería comenzaron a desarrollar esta pasión que están llevando a cada rincón europeo. De esta manera, han enfocado su travesía continental a descubrir la flora, la fauna, la geología y los climas de los lugares por los que pasan, visitando además los parques naturales de diez países diferentes.

Con un presupuesto de 7.500?, la pareja de ciclistas ha sabido cómo continuar y sobrevivir, hasta casi recorrer los 15.000 kilómetros que se propusieron. Con este dinero, pueden comer y costear su alojamiento en hoteles y cámpings. Con 50 céntimos pueden recorrer 1 kilómetro los dos. Sin embargo, no siempre pueden dormir en medio de la naturaleza. Es por eso por lo que necesitan y continúan necesitando la ayuda de la gente. Un jardín es suficiente para acampar durante una noche. Aunque una cama o una ducha de agua caliente nunca viene mal. Y es que la amabilidad de las personas no tiene límites. Ellos mismos cuentan que durante su paso por Francia, hubo quien les ofreció un lugar en su casa para dormir.

Una travesía que no han abandonado, a pesar de las inclemencias meteorológicas. «En Escandinavia está haciendo más frío de lo normal, pero como salimos de España en invierno estamos acostumbrados. La lluvia es lo que a veces nos incomoda. Aunque realmente, el tiempo no ha afectado mucho a nuestro avance», explica Maite. Queda menos para llegar al punto que se marcaron cuando salieron desde España. Eso sin contar el camino de vuelta a casa.