El grupo municipal socialista de Villena denunció ayer la colocación, por parte de algunos vecinos, de piscinas portátiles en plena vía pública, en concreto, en el barrio del Rabal y San Francisco. Por ello, piden un mayor control de la Policía Local sobre este tipo de acciones que «tanto afean la imagen de ambos barrios, invitando a los vecinos a que no hagan uso de este tipo de piscinas en el espacio público».

Al mismo tiempo, solicitan la revisión de la ordenanza municipal para garantizar el uso del espacio público de acuerdo con la legalidad. La colocación de éstas por parte de algunos vecinos ofrecen un paisaje de marginalidad en las calles, consideraron desde el PSOE. En las piscinas se bañan sobre todo niños de algunas de las casas de las calles durante las horas de mayor calor a la vista de todos los residentes. Pero, «además del mal impacto visual su instalación puede conllevar problemas de seguridad vial», censuraron.

La edil del PSOE, Sandra Cuenca, relató que «hay piscinas privadas que se ubican en la vía pública y que se llenan con agua pública en algunos de los casos». Principalmente éstas aparecen en San Francisco y El Rabal». Asimismo, Cuenca argumenta que «ambos barrios son dos de los más visitados en esta época, tanto por la llegada de turistas al Casco Histórico como por el gran número de visitantes que llegarán en breve a Villena a raíz de los festivales de verano que tienen lugar en el Barrio San Francisco», por lo que reivindicó la necesidad de «tener en cuenta la imagen que da el pasar por ciertas calles de nuestra ciudad y ver el uso que se da del espacio público».