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Medio Vinalopó

El calor extremo acaba con el 25% de la uva más temprana

Las variedades intermedias y tardías también experimentan una merma en su producción debido a las temperaturas

El calor extremo acaba con el 25% de la uva más temprana

Las buenas previsiones de cosecha que los productores de uva de mesa embolsada del Vinalopó manejaban dos semanas atrás se han visto truncadas por las temperaturas extremadamente altas y persistentes de los últimos días. El sector esperaba incrementar la producción en un 25% y alcanzar los 50 millones de kilos esta campaña pero ese porcentaje se ha visto reducido a cero en las variedades tempranas, las que deberían comenzar a recolectarse en los próximos días, y también se verá mermado en las intermedias y tardías, aunque en una cantidad que todavía es prematuro determinar.

En la última semana las poblaciones del Medio Vinalopó han registrado temperaturas superiores a los 40 grados, que se han mantenido durante varios días junto a un alto índice de humedad, lo que ha terminado deshidratando las plantaciones, estresando las cepas y quemando la uva, tanto la embolsada como la que estaba pendiente de embolsar.

Las consecuencias ya son perfectamente visibles en el campo, incluso en las variedades más tardías como la Aledo que se recolecta en los últimos meses del año. También hay fincas en Aspe y Novelda donde se cultivan variedades intermedias, como la Red Globe, que han perdido el 50% de la cosecha. En estos casos las uvas presentan un tamaño reducido o están literalmente arrasadas por el sol. A los propietarios de una parcela situada en el paraje de Betíes ni siquiera les ha dado tiempo a embolsar los racimos de Red Globe y ahora, después de los daños ocasionados por la ola de calor que azota la provincia desde que comenzó junio, no lo van a hacer porque ya no resulta rentable.

Pero la pérdida de cosecha no es el único efecto negativo que la adversa climatología ha traído consigo. Para tratar de minimizar los daños los agricultores del Valle de las Uvas están triplicando el riego en sus viñedos con el consiguiente incremento de coste que conlleva el ya de por sí elevado precio del agua. Según explicaba ayer el responsable comarcal de Asaja, «en un año normal, por estas fechas, se suele emplear por cada cepa unos 80 litros de riego por goteo a la semana. Sin embargo en la última semana y media se está triplicando el consumo en toda la comarca hasta superar los 200 litros de riego por cepa. Y si los agricultores no adoptásemos esta medida de urgencia, la situación de nuestras plantaciones sería ahora catastrófica», ha advertido Pedro Rubira lamentando, no obstante, que «todo esto sigue contribuyendo a que el coste de producción aumente mientras los precios de mercado se mantienen o bajan, dejando sin apenas margen de beneficio a quien trabaja el campo».

También las hortalizas, las frutas y la vid de vinificación están sufriendo los efectos de unas temperaturas entre siete y diez grados por encima de lo normal para estas fechas y en esta comarca de interior. Con 40 grados la cepa se colapsa y deja de hacer la fotosíntesis alterando el desarrollo normal del fruto. Un problema que también puede desplegar sus efectos negativos en la siguiente campaña con una cosecha más reducida.

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