La primera de las obras representadas en la cantera restaurada del Aula de la Naturaleza, «Edipo Rey», tan solo fue presenciada por 50 personas, aproximadamente. Se considera una cifra baja, ya que la capacidad del espacio permite acoger hasta 200 invitados. Javier Monzó, responsable de la organización del Festival de Teatro Griego y Latino y director de las obras «Edipo Rey» y «Edipo Colono» afirma que «el primer día siempre hay menos asistentes que en las próximas actuaciones». A pesar de ello, el público presente se caracterizó por estar entregado, y muy empático con la obra que se estaba representando. El sol del atardecer, la leve brisa característica de la montaña, y el sonido y aroma medioambiental ayudaron a que la obra fuera de lo más especial. Además, los actores realizaron un fabuloso papel, consiguiendo transmitir al público emociones y sentimientos reflejados en lágrimas. El silencio primó durante la hora y media que duró la primera de las obras del festival.

Dos gradas azules en forma de semicírculo, junto los bloques de mármol establecidos en aquel lugar, caracterizaron la zona de representación de la obra. Las dos gradas daban la posibilidad de ver a los actores en los momentos previos a su actuación, o justo en el instante en que abandonaban el escenario. Eso transmitía cierto grado de transparencia, y cercanía con los protagonistas. Además, daba la posibilidad de percibir los nervios, y los últimos repasos al guión.

Aunque para asistir a la primera función había que subir por carreteras estrechas y con mucha pendiente, la señalización, a través de carteles, indicaban los pasos a seguir y resultaron ser muy útiles para los asistentes. Para mantener la seguridad y armonía del lugar, fueron tres los miembros de la Protección Civil quienes se encargaron de organizar el aparcamiento, la distribución y movilidad de los coches. Como valor añadido, dos chicos montaron un puesto de bebidas en una zona previa al lugar de la representación de la obra, es decir que cuidaron hasta el último detalle en la organización.

Javier Monzó fue el encargado de presentar la obra al inicio, dirigiéndose al público antes de la representación, y también despidiéndolo, junto a los 30 participantes de «Edipo Rey», y el personal encargado de realizar las máscaras y prendas usadas por los protagonistas.

La cena prevista para el viernes, y que está a cargo de la Asociación Gastronómica de Pinoso, se transpasó al sábado, y a la segunda obra, «Edipo Colono», asistió el mismo número de público que a la primera.