María Dolores Berenguer ofreció ayer la vara de mando a todo el pueblo en un gesto simbólico que fue ovacionado por el numeroso público que dejó pequeño el salón de plenos. «Esta vara que representa al Ayuntamiento no me pertenece a mí, le pertenece a todos los monfortinos, y por eso os la ofrezco ahora y aquí», dijo la nueva alcaldesa de Esquerra Unida para, a continuación, depositar la vara en la urna donde se introdujeron las papeletas que la proclamaron primera edil monfortina.

En un discurso improvisado Berenguer agradeció a los concejales del PSOE y Ciudadanos la confianza depositada en ella al apoyar su investidura. También les pidió que se integrasen en el nuevo equipo de gobierno y se comprometió, públicamente, a liderar el cambio político y social que los monfortinos han reclamado con sus votos.

El pleno transcurrió con normalidad a pesar de los comentarios surgidos en los días previos que auguraban tensión. Al concluir la sesión la nueva alcaldesa dijo a este diario que «a partir de hoy el Ayuntamiento va a tener las puertas abiertas para todos porque vamos a gobernar para todos, para quienes nos han dado su voto y para quienes han optado por otras opciones políticas, y vamos a recuperar los valores de la democracia, la transparencia, la cercanía, la pluralidad y la participación ciudadana que, por desgracia, han brillado por su ausencia en los doce últimos años con los diferentes gobiernos populares de Antonia Cervera». Precisamente, ésta última leyó un discurso con críticas a un «pacto extraño basado en intereses personales», dijo. Pero tras finalizar su intervención María Dolores le agradeció su dureza limitándose a señalar que «lo que no te mata te hace más fuerte».

La anécdota de la sesión la protagonizó la joven alcaldesa cuando el secretario municipal salió tras ella para darle la vara porque, con tanta ilusión, alegría y felicitaciones, se la había olvidado en el salón de plenos. Pero hoy ya está a buen recaudo en la Alcaldía.