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Monforte del Cid

Jugando con una granada de guerra

Los operarios de una finca de uva de mesa encuentran un explosivo de antes de la I Guerra Mundial

El dueño muestra el lugar donde estaba la granada que se parecía mucho a la de la imagen. CARLOS RODRÍGUEZ

La historia ha tenido un final feliz pero podría haber acabado en tragedia. No sabían que era una granada de mano porque estaba en un pésimo estado de conservación y presentaba, además, una forma cilíndrica muy diferente a las actuales granadas de guerra. Además, nadie podía imaginarse que junto al tronco de una cepa de una finca de Monforte del Cid pudiera encontrarse un artefacto explosivo fabricado antes de la I Guerra Mundial, el conflicto bélico que se desarrolló entre julio de 1914 y noviembre de 1918 y enfrentó a la «Triple Entente» de Francia, Reino Unido y Rusia con la «Triple Alianza» de Alemania, Austria-Hungría e Italia.

Alfredo Terol, el propietario de la finca de uva de mesa donde se ha producido el misterioso hallazgo, relataba ayer que «al principio nadie cayó en la cuenta de que pudiera ser un explosivo» y, de hecho, los siete trabajadores que la encontraron mientras quitaban las malas hierbas de la parcela estuvieron jugando con ella, fue de bolsillo en bolsillo, la querían vender como chatarra e, incluso, la golpearon con las tijeras en repetidas ocasiones para tratar de romper el tapón y abrirla porque contenía líquido en su interior. En ese momento no lo sabían pero era nitroglicerina. Así se lo hicieron saber ayer los agentes del Grupo Especializado en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de Alicante -Tedax- que se desplazaron a Monforte para llevarse el histórico artilugio.

Fue el propio Alfredo Terol quien avisó a la Guardia Civil al pensar, tres semanas después del descubrimiento, que podría tratarse de algún tipo de explosivo militar. «Tuve una corazonada y decidí pedírsela a los trabajadores y guardarla en una arqueta de riego que está en desuso por mera precaución», recuerda. Una medida que ha podido salvar vidas ya que, al parecer, la granada todavía tenía capacidad para haber estallado. Lo que no deja de ser otro enigma es el origen de esta bomba de más de un siglo de antiguedad en un campo de la recóndita Serreta, en la que se lleva cultivando uva desde hace 30 años.

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