Los miembros que conforman la junta de Ascan habían hablado sobre la idea de crear en Elda una organización para defender los derecho de las mascotas, pero esta idea no germinó hasta que no conocieron el proyecto del parque canino, situado en el parque del PERI, junto al circuito de automodelismo. El proyecto no gustó debido a sus «reducidas dimensiones», puesto que creían que «pese a que el espacio está muy bien, cuenta con fuentes, sombras y espacio para ejercitar a las mascotas, tiene muy pocos metros cuadrados, debería ser más grande y no tener dos áreas», indicó la secretaria de la asociación, Aitziber Elejaga. Tras conocer a fondo el proyecto de este parque se pusieron manos a la obra y crearon Aspan para intentar detener su construcción, cosa que no pudieron llevar a cabo. Así surgió la primera asociación canina de Elda, para defender lo derechos de los animales, puesto que «hay muchas cosas por hacer en la ciudad, se realizan muchas atrocidades y hay que conseguir ponerles freno», sentencia Aiztiber Elejaga.