El Ayuntamiento de Villena apuesta por que el inicio del curso escolar sea el 11 de septiembre, tras concluir las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de las Virtudes. La concejala de Educación en funciones, Virtudes Hernández, alegó que en el resto de comunidades autónomas de España «el curso escolar comienza el 10 de septiembre». La propuesta de la Conselleria de Educación de fijar el inicio del curso el próximo 3 de septiembre ha vuelto a levantar viejas ampollas en la capital del Alto Vinalopó. El año pasado, por primera vez y a pesar de los esfuerzos y peticiones de la comunidad educativa local para impedirlo, los alumnos de Primaria comenzaron el curso en la víspera de las celebraciones más importantes para la población que tienen lugar del 4 al 9 de septiembre. En 2014 el curso se inició el 3 de septiembre, se paralizaron las clases del 4 al 10 y los alumnos de Villena volvieron a las aulas el 11 de septiembre.
Para adaptarse al nuevo calendario escolar y recuperar los cinco días lectivos escolares- que en Villena coincidieron con las fiestas patronales - 4, 5, 8, 9 y 10 de septiembre- la comunidad educativa retrasó dos días la finalización del curso -que será el 23 de junio para Infantil y Primaria y el 12 de junio para ESO, Bachillerato y FP-. Y desaparecieron como días no lectivos el 10 de octubre de 2014 y el 20 de marzo de 2015, por lo que los alumnos tuvieron que asistir a clase.
Los hosteleros sostienen, como ya lo hicieron en 2014, que el adelanto del inicio de las clases supondrá un descenso muy considerable de la actividad en los establecimientos durante la primera quincena del mes de septiembre, tradicionalmente considerada como temporada alta de verano para el sector, ya que se reducen los días en los que las familias pueden disfrutar de sus vacaciones estivales.
La misma petición hacen los padres de alumnos de la Confederación Gonzalo Anaya, mayoritaria en la Comunidad. Advierten a Educación de que no se puede conciliar la vida familiar y laboral con el «empecinamiento» en un adelanto del curso que «ningún beneficio aportó el año pasado», a consecuencia de la pérdida de clases que provocaron las elevadas temperaturas en las aulas.
