Las Embajadas Mora y Cristiana son uno de los actos más cuidados de la fiesta eldense. Pero no siempre ha sido. En 1976 se creó la comisión de Embajadas y Alardos, dentro de la Junta Central de Comparsas, debido precisamente a la demanda de los propios festeros en relación a una mejor organización de las Embajadas. Entonces se hallaban totalmente abandonadas a su suerte, lo que hacía que se celebraran de una forma anárquica, por calles apartadas y sin lucimiento alguno. Sin embargo en 1984 se decidió trasladar la celebración del acto de las Embajadas a la plaza del Ayuntamiento, el centro neurálgico de la ciudad, que era la asignatura pendiente de los miembros que componían esta comisión de la Junta Central. La idea resultó un completo éxito de público y organización. Para ello se dispuso un boato en cada una de las Embajadas que causó auténtica sensación y le dio un mayor realce al acto en el acompañamiento de cada embajador al castillo. J.C.P.G.