Las fiestas de Moros y Cristianos están llegando, un año más, a su final. Durante la mañana de ayer, penúltimo día festero, se realizó la tradicional ofrenda de flores al patrón moro-cristiano, San Antón. En este desfile las mujeres de cada una de las comparsas portaron un ramo de flores (claveles) para conformar, escuadra tras escuadra, el bonito mural que se coloca a las puertas de la iglesia de Santa Ana, donde se encuentra la imagen del santo durante las fiestas.

Este devoto desfile lo inició el bando cristiano en el siguiente orden: Zíngaros, Contrabandistas, Cristianos, Piratas y Estudiantes. Los del bando de la cruz llevaban flores rojas; las blancas fueron llevadas por el bando moro, que salió en el siguiente orden: Realistas, Huestes del Cadí, Musulmanes y Marroquíes.

El acto comenzó puntual a las 11.15 horas desde la Plaza Castelar de Elda. Los festeros, vestidos con sus trajes oficiales y con paso alegre, transmitían la ilusión y la pasión que sienten por su patrón, madrugando tras una noche de fiesta en la mayoría de casos, para mostrar sus respetos al santo anacoreta.

De esta forma, se fue confeccionando poco a poco el mural en el que el rojo y el blanco conforman los símbolos de las fiestas: la cruz roja de los cristianos y la media luna blanca de los moros.

Cabe señalar que en este acto no participa tanta gente como en las entradas cristiana y mora, pero que, cada año, desde que comenzase a realizarse en 1995, son muchos eldenses los que deciden participar en este homenaje.

No solo se llenaron las calles de la ciudad de comparsistas, sino que a lo largo del recorrido les acompañó un destacado número de público, para animarles y aplaudirles.

Quienes recibieron la mayor atención fueron los capitanes y abanderadas, tanto infantiles como adultos. Para este acto desfilaron a pie, luciendo sus trajes y sus sonrisas ante las múltiples muestras de cariño que recibían del público.

El recorrido comenzó en la Plaza Castelar y pasó por Juan Carlos I, Sagasta, Jardines, Ortega y Gasset, Nueva , Colón e Iglesia.

Una vez conformado el mural, comenzó la solemne misa en honor al santo. En esta eucaristía estuvieron en el altar los párrocos de las diferentes iglesias de Elda, así como el responsable regional del Prado en España, el sacerdote alicantino Lucio Arnáiz. También estuvieron presentes tanto las capitanías como los presidentes de cada una de las nueve comparsas de Moros y Cristianos.

Durante la eucaristía, que estuvo presidida desde el altar por San Antón, se alabó su figura, destacando la calidad humana del santo y recordaron que en 2016 se celebrará el 75 aniversario de la imagen, que fue creada en 1941 tras la Guerra Civil. También se resaltó la importancia de continuar, generación tras generación, retransmitiendo en Elda los buenos valores que conllevan estas fiestas; y, sobre todo, pusieron en valor la importancia de conseguir pasar el mensaje de que, «pese a que los Moros y Cristianos no resuelven los problemas, muestran que hay solución».

Tras este acto, cada capitanía arrancó un pasacalles hacia sus respectivas sedes.

Diana

La mañana del domingo arrancó a las ocho de la mañana con la Diana festera, un pasacalles en el que participan todas las comparsas en bloque al ritmo de los pasodobles. Este acto demostró que hay muchos eldenses con ganas de fiesta, puesto que engancharon la noche con este primer desfile del día.