El candidato del PSOE en Aspe, Manuel Díez, pondrá su cargo de secretario general a disposición de la asamblea convocada para el próximo sábado. De este modo el alcaldable quiere asumir su responsabilidad política tras la histórica derrota sufrida por los socialistas aspenses. Un fracaso electoral que ha avivado la fractura interna del partido después de perder 1.644 votos y haber pasado de ocho a cinco concejales respecto a los comicios de 2011.

Este diario ya adelantó el pasado miércoles que algunos militantes le habían pedido a Díez que dimitiese por los errores políticos cometidos y se centrase en las tareas de gobierno junto a EU, que ha obtenido los mejores resultados de su historia con siete concejales, quedándose a sólo 175 votos del octavo edil. Sin embargo, en la tensa reunión que la junta ejecutiva celebró en la noche del viernes la mitad de sus miembros, con la presidenta incluida, se decantaron por apoyar en el pleno de investidura a EU para garantizar un gobierno de izquierda pero sin darle continuidad al pacto de gobierno, ni ostentar ninguna concejalía renunciando, además, a un relevo en la Alcaldía. En virtud de ello le pidieron al todavía secretario general que no iniciase negociaciones con EU para revalidar el acuerdo. Frente a ello Díez defendió la necesidad de entablar ya conversaciones con quienes han sido sus socios de gobierno durante los tres últimos años y sometió el tema a votación. Por nueve votos contra ocho consiguió que su posición prosperase pero la corriente crítica se mostró indignada al abandonar Díez la reunión sin esperar a una integrante de la dirección local que se había retrasado por motivos de trabajo. En tal caso la decisión mayoritaria hubiera establecido que los cinco concejales del PSOE pasen a la oposición porque así lo ha indicado el pueblo en las urnas.