La garra festera que demostraron ayer los niños y niñas de Elda volvió a cautivar, en la tarde de ayer, al numeroso público congregado a lo largo del céntrico itinerario comprendido entre las calles Juan Carlos I y Padre Manjón.

El Desfile Infantil, uno de los actos que más expectación despiertan en la ciudad y fuera de ella, contó con la participación de unos 2.000 pequeños, Moros y Cristianos, que echaron el resto y volvieron a dejar bien claro que la continuidad de la celebración está garantizada con ellos.

Eran la siete de la tarde cuando la capitanía infantil de los Moros Realistas iniciaba el pasacalles desde la Plaza Castelar. El dragón chino y los niños africanos protagonizaron un boato exótico que fue muy aplaudido por el público.

Una hora más tarde le tocaba el turno a la capitanía de los Zíngaros, la jovial comparsa que abrió paso al bando cristiano con un boato colorista y muy trabajado que se dividía en tres bloques. El de la alegría zíngara, el de la fiesta zíngara y el de las señas de la identidad zíngara. Unos 300 niños participaron en el espectacular montaje amenizado por la Fanfarria Zíngara para lucir sus panderetas, caretas, violines, cartas y flores en un boato donde ni siquiera faltó la pitonisa gitana ni el espíritu nómada.

Más de diez mil personas abarrotaron el recorrido para disfrutar de la simpatía, la gracia y el instinto festero de los niños y niñas de los bandos moro y cristiano. Y como es costumbre, los más pequeños, de apenas unos meses, también se sumaron a la fiesta. Muchos dormían plácidamente en el regazo de sus mamás o sus papás subidos en las carrozas que cerraban el paso de cada una de las nueve comparsas de Elda.

La temperatura era ideal, ni frío ni calor, y por fortuna pasaron de largo esas tormentas primaverales anunciadas unos días antes por los hombres del tiempo. Los peores temores de la mañana no se cumplieron y la tarde fue plácida y soleada.

Las collas, fanfarrias y grupos musicales se encargaron de dar ritmo a las escuadras de niños y niñas de 0 a 14 años. Pero los grandes protagonistas y los mas ovacionados fueron, sin duda, los capitanes y abanderadas infantiles. Marta González Sánchez y Héctor Sánchez Berenguer por los Moros Realistas; María Nortes Casáñez y Pau Rodríguez Rubio por los Zíngaros; los hermanos Marta Martínez López y Roberto López Sánchez por los Moros Musulmanes; Ivonne Lorenzo Sáez y Javier García Bañón por las Huestes del Cadí; Eva Carrión Alcaraz y Miguel Guardiola Perdigones por los Cristianos; los hermanos Macarena Guerra Ferrándiz y Alejandro Guerra Ferrándiz por los Piratas Gabriela Navarro Cebrián y Víctor Jin Jiang por los Contrabandistas; los hermanos Iryna Martínez Pérez y Gabriel Martínez Pérez por los Moros Marroquíes y Carmen Muñoz Barceló y Jorge Muñoz Tévar por los Estudiantes. Todos ellos vivieron ayer una experiencia que jamás podrán olvidar. Es la grandeza de la fiesta sentida por los más pequeños.

El pasacalles finalizó sobre las nueve de la noche con un «sobresaliente» para la organización y el público y «matrícula de honor» para los niños festeros de Elda. Fue un espectáculo de lujo y no es de extrañar que sea uno de los actos más esperados de una celebración que llega hoy a su ecuador.