El Ayuntamiento de Monforte del Cid solicitará a la Generalitat Valenciana que declare su conjunto de escultura ibérica como Bien de Interés Cultural (BIC), «lo que se traducirá en mayores niveles de protección de las piezas que se conservan en el Museo Arqueológico y en una mayor proyección del conjunto para conocimiento de monfortinos y visitantes», según la alcaldesa, Antonia Cervera . Las leyes valencianas permiten la posibilidad de incoar expedientes BIC en casos excepcionales, «como es el conjunto de escultura ibérica de Monforte del Cid, que incluiría los toros y el resto de la escultura hallada en el municipio de este periodo tan importante en nuestra historia», añadía la primer edil, del PP.

El conjunto de escultura ibérica de Monforte procede de la necrópolis que existió en la zona de la Agualeja monfortina. Su cronología arranca a finales del siglo VI a de JC y se desarrolla en los siguientes siglos hasta al menos finales del siglo III a de JC, momento en que se convierte en espacio sagrado donde se celebraban ceremonias hasta el siglo I a de JC, donde se documentó una fontana sagrada, explican fuentes municipales.

En Monforte han aparecido ya unos doce toros desde 1974 hasta 2010, todos ellos elaborados en piedra, erguidos o echados, y uno de ellos, el más conocido y valorado que tenemos en nuestro museo íbero, pertenecía al remate de un pilar-estela. Otro es una cabeza de toro mitrado. Este pilar-estela y tres toros más están depositados en museo MAHE de Elche y forma parte de sus colecciones, pues en 1974, cuando se hallaron, Monforte no tenía museo. «Ahora, en el centro museístico monfortino se encuentra el resto de toros, algunos cedidos en depósito temporal por el MARQ, de Alicante, para formar parte de las salas permanentes de nuestro museo», añaden las mismas fuentes municipales. Junto a los toros también han aparecido esculturas de piedra de tipo antropomorfo, como una mano colosal, el torso de un guerrero fechado a finales del siglo V a de JC, un fragmento de escudo o caetra, el tercio inferior de una pareja de íberos (hombre y mujer), o partes de los monumentos funerarios de la necrópolis, como una acrótera con friso de palmetas o un pilar helicoidal-tentacular, fragmentos aislados de escultura de toros y alguno de plataforma de tumbas. Todos los elementos del conjunto, «de los más importantes de la Península Ibérica de esta clase, son alicientes para su inclusión como BIC en el apartado de bienes muebles», añade Cervera.