La cosecha de la Denominación de Origen Uva Embolsada del Vinalopó que no reúne la imagen y las características óptimas para ser destinada al consumo humano se viene destinado a la elaboración de zumos y alcohol. Es la producción que los agricultores de la zona llaman «granulla» y que, en el caso concreto de la uva Aledo, reúne unas condiciones excepcionales para la elaboración de vino y cava de alta calidad. En ello influye su elevada graduación dado que puede llegar a alcanzar los 18 grados frente a los 15 que obtiene la uva de vinificación y, además, su sabor, aroma y tonalidad blanca le confieren unos registros ideales para producir caldos de primer nivel. De hecho, los ensayos realizados así lo demuestran tal y como ya han podido comprobar los bodegueros catalanes y de la zona de Requena y Utiel.
En estos momentos a los agricultores se les está pagando la uva que no pueden envasar porque se considera desperdicio a 12 céntimos el kilo. Sin embargo, si consiguieran la autorización del Gobierno para el doble uso, la venta de la «granulla» a las grandes firmas del sector de la vinificación podría duplicar perfectamente las ganancias del agricultor. Una diversificación que traería consecuencias muy positivas en el sector ya que se podría subir el nivel de exigencia en la selección para el envasado de la fruta y, además, supondría un alivio económico a la hora de sobrellevar los elevados costes de cada campaña.
