Dos jóvenes de Villena fallecieron en la tarde del lunes en un extraño suceso extraño suceso que ha conmocionado a la localidad en plenas Navidades, y que la Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando de forma exhaustiva con la ayuda del equipo de Criminalística de la Comandancia de Alicante. Los hechos trascendieron a las cinco de la madrugada de ayer tras aparecer muerto en una lujosa casa de campo de la pedanía villenense de Las Virtudes un joven de 28 años. Lo encontraron los propios dueños de la vivienda, que se desplazaron desde su domicilio en Villena hasta el número 61 del Cabezo de la Virgen ante el temor de que se hubiera producido algún tipo de accidente. En el suelo yacía J.N., hijo de un prestigioso cirujano de la localidad. Presentaba varios hachazos en la cabeza y a escasa distancia de su cadáver se encontraba la supuesta arma empleada en el crimen. Había acudido sobre las 17 horas del lunes junto a su amigo M.G., de 26 años, al chalé del padre de éste último, que es un conocido farmacéutico de la localidad. Iban a realizar los preparativos de cara a la fiesta de Nochevieja que tenían previsto celebrar junto a un grupo de amigos y amigas de Villena. M.G. también falleció en la misma tarde del lunes. Fue arrollado a las 19.36 horas -unas dos horas después de morir su amigo- por un tren Talgo en las inmediaciones de la estación de la vecina localidad albacetense de Caudete.

Según informó Renfe, la víctima habría invadido la vía del tren y su cadáver fue levantado por la autoridad judicial sobre las 22 horas. Al parecer, pudo haber dejado escrita antes una nota a modo de despedida que llevaba consigopudo haber dejado escrita antes una nota a modo de despedida, tal y como este diario ha podido averiguar por fuentes cercanas al caso. Es una de las pruebas en las que está trabajando la Policía Judicial de Villena, que se ha hecho cargo de la investigación y que cuenta, además, con el apoyo de la Policía Judicial de Albacete al producirse el arrollamiento del tren en término de Caudete.

Pero al mediodía de ayer también acudió a la casa de campo de Las Virtudes un equipo de Criminalística de la Comandancia de Alicante con el objetivo de encontrar cualquier prueba, rastro o indicio que permita aclarar las circunstancias que rodearon al trágico homicidio. Por lo pronto, parece descartarse la implicación de terceras personas en el luctuoso episodio y permanece abierta la posibilidad de que entre ambas muertes exista una relación directa de la que, sin embargo, se desconoce el móvil dado que, según se indicó ayer a este diario desde la propia familia de J.N., ambos jóvenes eran «muy buenos amigos» y no tenían «ningún tipo de problemas». En cualquier caso, la autopsia que se va a practicar a ambos cadáveres en el Instituto de Medicina Legal de Alicante podría arrojar luz sobre este siniestro, en unas fechas especialmente dolorosas.