Los españoles consumirán cerca de dos millones de kilos de uva de mesa, «prácticamente en su totalidad procedente de la comarca alicantina del Vinalopó», para recibir el nuevo año, según las estimaciones de La Unió de Llauradors. Y ello a pesar de que la sequía ha provocado una merma de producción de la uva de mesa del Vinalopó, que varía entre el 30 y el 50 por ciento respecto al año anterior, sostiene La Unió de Llauradors.

Debido a la escasez de lluvias, desde el sindicato tildaron la campaña de «problemática», pues ha estado marcada por «la baja producción», si bien resaltaron «la buena calidad» de los racimos producidos.

El responsable del sector de Uva de Mesa de La Unió, Enrique Sánchez, señaló en un comunicado que, aunque los precios en los mercados y en los campos han sido aceptables, la falta significativa de kilos no compensa las fuertes pérdidas que han sufrido este año por la sequía. «Los agricultores del Vinalopó han tenido unos sobrecostes importantes para sacar adelante la uva de mesa, fundamentalmente por el aumento de los riegos y las subidas del precio del agua», indicó Sánchez.

Por contra, destacó que la escasez de precipitaciones «ha propiciado uvas de una gran calidad, muy sana y de sabor dulce que ha desembocado en un consumo adelantado».

La variedad Aledo es la que se consume durante la noche de fin de año, por lo que «se ha vendido mejor que otras, pero también ha registrado una baja producción», aseguraron fuentes de La Unió. Las mismas fuentes incidieron en que los cerca de dos millones de kilos de uva de mesa que se consumirán en Nochevieja «no salvarán la campaña», de la que ya se están recolectando los últimos racimos.

Por todo esto, La Unió ha vuelto a solicitar a las autoridades competentes una reducción de los módulos para la declaración de la renta, ya que, según Sánchez, los agricultores del Vinalopó «llevan todo el año luchando sin tregua contra la sequía e invirtiendo mucho tiempo y dinero para sacar adelante sus cosechas».