La operación policial contra la defraudación masiva de fluido eléctrico en Elda continuó ayer en el barrio de Nueva Fraternidad. Allí los técnicos de Iberdrola detectaron otros 36 enganches ilegales de luz, mayoritariamente en pisos a cuyos moradores se identificó para actuar legalmente contra ellos por la supuesta comisión de un delito que lleva aparejadas penas privativas de libertad.
El dispositivo se inició por la mañana con un importante despliegue de agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Elda-Petrer, que llegaron a cortar el tráfico mientras los técnicos realizaban inspecciones en las conducciones eléctricas y en los contadores de varios puntos de Nueva Fraternidad. Entre ellos las calles Murillo, Fray Luis de Granada y varios de sus edificios.
Como ya se publicó el sábado pasado, esta operación sin precedentes en la ciudad se inició el viernes en el barrio de Caliu. Veinte agentes del Cuerpo Nacional de Policía tomaron las calles despertando una gran expectación en el vecindario. El dispositivo fue dirigido por la brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Elda-Petrer y contó con la presencia de dos equipos de inspectores de Iberdrola, que contaron en todo momento con la protección de los efectivos del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la Comisaría local y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Comisaría provincial.
En seis horas detectaron irregularidades en las instalaciones eléctricas de 49 viviendas y de una fábrica. Fueron concretamente 45 enganches ilegales a la red y cinco contadores manipulados. También se detuvo a un hombre como presunto autor de un sabotaje cuyas pérdidas económicas se estiman millonarias y que se sospecha masivo. De momento, tras la intervención de ayer en Nueva Fraternidad, ya son 86 los fraudes en el suministro localizados en dos barrios que, además, están bastante alejados entre sí.
La operación continúa abierta, podría extenderse en los próximos días a otras zonas de la localidad y la Policía Nacional sigue inmersa en las pesquisas para tratar de identificar, localizar y arrestar a todos los miembros de la organización que se dedicaba a manipular la red y los contadores a cambio de importantes cantidades de dinero.
Iberdrola ha recordado que cuando se defrauda energía se está perjudicando económicamente al conjunto de los consumidores y ha advertido, además, que las conexiones ilegales conllevan un alto riesgo para la seguridad de las personas que las realizan y también de terceros.
