Mariano Jiménez, el joven de Nuevas Generaciones del PP de Elda que el pasado 4 de junio denunció ante la Policía haber sufrido el ataque de un grupo de extremistas de izquierda ha perdido el juicio de faltas por lesiones, injurias y amenazas políticas que se celebró hace dos semanas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Elda.
El denunciante aseguró, concretamente, haber recibido un puñetazo en la cara, a las cuatro de la tarde, en la plaza Ficia y al grito de «fascista, facha de mierda y viva la República». Sin embargo la jueza ha decidido absolver al único joven al que Mariano terminó denunciando. Se trata, por cierto, de un estudiante petrerense de 20 años que no pertenece a ninguna tribu urbana ni tiene vinculación política alguna. Lo único que hizo fue discutir quince minutos con el denunciante por una cuestión meramente sentimental, un asunto relacionado con la que hasta entonces era su novia y con la que Mariano pudo haber mantenido un fugaz romance en las fiestas de Moros y Cristianos. Y así se desprende de la propia resolución judicial.
Pero ahora el joven de NN GG podría tener que responder ante la Justicia por la supuesta comisión de cuatro delitos. La jueza lo dice así en su fallo: «Firme la presente resolución, dedúzcase testimonio de lo actuado para su remisión al Decanato por si pudieran existir los delitos de falsa denuncia, simulación de delito, falso testimonio y presentación de testigo falso». Precisamente la fiscal ya retiró la acusación contra el denunciado durante la vista celebrada el pasado 12 de noviembre. Lo hizo ante las serias dudas que le suscitaron las declaraciones de los testigos de la acusación particular y pidió a la jueza que se dedujera testimonio para abrir diligencias.
En cualquier caso, Mariano tiene cinco días para recurrir la sentencia. Una posibilidad a la que previsiblemente va a acogerse y que retrasará la tramitación de los cuatro posibles delitos por los que podría acabar en el banquillo de los Juzgados de lo Penal de Alicante.
En su resolución, la magistrada del Número 1 de Elda señala que el denunciante cambió su versión sobre los hechos en repetidas ocasiones e incluso en la propia Comisaría, trató posteriormente de retirar la denuncia, reconoció durante el juicio que no dijo toda la verdad en su declaración policial, no mencionó la existencia de un testigo que luego sí aportó al juicio e incurrió en numerosas contradicciones. «Por otro lado -añade la jueza- es inverosímil e ilógica su declaración en la vista cuando afirma que acudió acompañado de un amigo que presenció los hechos pero al que, sin embargo, no mencionó hasta el 10 de julio, un día antes del primer señalamiento del juicio; e igual de inverosímil es la versión del testigo, cuya testifical carece de credibilidad», subraya.
Lo cierto es que han pasado cinco meses y el «caso Mariano» no deja de sorprender.
