La presencia en la rambla de Vitia de bloques, escombros y tierras procedentes de las canteras de mármol del Monte Coto ha obligado a intervenir al Seprona y, de paso, ha reabierto el debate municipal sobre la cara y la cruz de la extracción de la piedra natural en Algueña. Una controversia que se ha agudizado durante los dos últimos años ante el gran avance que ha experimentado la escombrera por la vertiente sur de la sierra en cuyas faldas se encuentra ubicado este pueblo de 1.530 habitantes, el 80% de los cuales depende económicamente de este sector industrial.
Fue en septiembre pasado cuando la portavoz del grupo socialista, Mari Trini Amorós, solicitó información sobre la invasión del barranco que transcurre junto al camino de las canteras. Sin embargo el gobierno popular, a cuyo frente se halla Mari Carmen Jover, dio la callada por respuesta. Viendo que nada se hacía y ante el temor de que las lluvias torrenciales de otoño pudieran desviar el caudal de la rambla, y provocar inundaciones en un casco urbano que se halla a tan sólo 500 metros, tanto los miembros del PSOE como de Ciudadanos alertaron a la Guardia Civil. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza lo verificaron en octubre y unos días más tarde la empresa responsable del vertido retiró todos los bloques de mármol aunque, según indicó ayer a este diario el socialista Jorge Espinosa, todavía quedan restos de áridos en la rambla.
El asunto salió a relucir en el último pleno y el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, Francisco Carrasco, protagonizó unas polémicas declaraciones. Tras restar gravedad al tema dijo, entre otras cosas, que él hubiera dejado los bloques donde estaban y reprochó a los socialistas que avisaran al Seprona en lugar de apoyar a los trabajadores de las canteras. Pero fue más allá Carrasco al señalar que «la empresa no quiere líos, ni presiones de ningún tipo, y como hay partidos que están beligerando a codazos para coger votos por el pueblo pues...» y también acusó directamente al PSOE de «llamar a las fuerzas públicas para presionar al gobierno».
Espinosa le respondió ayer que «al PSOE sólo le preocupa que tan cerca del pueblo se estén cometiendo imprudencias tan graves» y exigió al Ayuntamiento que «cumpla y haga cumplir la ley porque -advirtió- en este caso se sigue supuestamente incumpliendo ya que a cinco metros de una rambla no se puede hacer nada».
La alcaldesa, por su parte, afirmó que la empresa ya ha subsanado el problema retirando los bloques y vallando la zona. «La cantera trae perjuicios pero también beneficios y sin ella Algueña no podría subsistir. Desde luego que hay unos límites que la escombrera no puede sobrepasar y se está restaurando todo el entorno, pero gracias a los más de 500.000 euros al año que recibimos como compensación de las empresas del Coto este Ayuntamiento puede hacer muchas cosas», subrayó Jover.
