Las obras de ampliación del cementerio municipal comenzarán el próximo lunes con un presupuesto de 600.000 euros y cuatro meses de duración. El terreno contiguo al camposanto donde está previsto acometer la actuación cuenta con 7.500 metros cuadrados, de los que la tercera parte serán utilizados para construir los nuevos nichos y panteones. El resto del espacio disponible será ocupado por viales, aparcamientos, caminos y arboledas limítrofes.

El proyecto fue presentado ayer por el alcalde Pascual Díaz, el concejal de Urbanismo Fermín García y el arquitecto Fernando Cerdá calificando la obra de «necesaria, moderna y adecuada a los tiempos». El primer edil ha destacado tres actuaciones. «Una es el paseo amplio de acceso al cementerio; otra un aparcamiento para unas 50 plazas y arbolado y la última es el vial con una rotonda para favorecer el paso de los coches fúnebres», ha explicado Díaz mostrándose satisfecho porque a la adjudicación se presentaron 19 empresas. «Esto demuestra la confianza que los constructores tienen en el Ayuntamiento y, además, la mercantil que finalmente ha sido contratada es de Petrer», añade.

El proyecto incluye una fachada para la zona nueva con una escultura en forma de dolmen de nueve metros de altura, el vallado y la delimitación de las parcelas, así como la apertura de las calles y el arbolado perimetral. El alcalde también ha informado que, una vez ejecutada la obra exterior, se irá ampliando desde dentro de forma progresiva. «Haremos una muestra de unos nichos en una zona y, poco a poco, construiremos el resto ya que en el momento en el que se haga todo habrá nichos para quince años, por lo que consideramos que es más adecuado adaptarnos a las necesidades». Además, el Ayuntamiento también va a dejar parcelas libres para que se puedan construir panteones.

En cualquier caso la actuación no supondrá un cambio brusco en la imagen del cementerio. Con tal fin se salvaguardará la intimidad de los nichos y se instalará un asfalto coloreado e iluminación especial.