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Novelda va «a saco» a por el saco

El Ayuntamiento activa su plan de recogida de bolsos de uva y espera reciclar 32.000 kilos de papel

Novelda va «a saco» a por el saco

Los bolsos de papel, sacos o «saquitos» con los que los agricultores del Medio Vinalopó protegen, a partir de julio, los racimos de la uva de mesa de las inclemencias del tiempo pueden convertirse, una vez que se retiran al comercializarse el fruto, en un problema medioambiental si no se gestiona adecuadamente por tratarse, además, de un residuo de complejo y caro reciclaje.residuo complejo y caro reciclaje

Pues bien, para librar a los productores y envasadores de estas dificultades el Ayuntamiento de Novelda acaba de poner en marcha el nuevo plan de recogida de los sacos de uva. El sistema es único en la comarca, se canaliza a través de las concejalías de Medio Ambiente y Agricultura que dirige Francisco Sepulcre, lo lleva a cabo la empresa del Servicio de Recogida de Residuos Urbanos -Urbaser- y es completamente gratuito para todos los almacenistas y agricultores de Novelda. Pero, para poder hacer uso del mismo, los interesados deben dirigirse a las oficinas de la concejalía de Agricultura, donde se le expide a cada uno de ellos un carné con el que poder hacer entrega del residuo. Únicamente al mostrarlo en las instalaciones de Urbaser se autoriza la descarga.

Sólo en la campaña pasada se recogieron cerca de 400 balas que suponen unos 32.000 kilos de este residuo de papel. En la actual campaña se prevé alcanzar una cantidad similar aunque, visto lo visto, que la cifra podría aumentar hasta las 500 balas. De momento, en los primeros tres días de actividad, ya se han depositado 40 balas de sacos de uva en las instalaciones de Urbaser, en la base situada en la carretera de Novelda-Aspe, el equivalente a 3.200 kilos.

Aunque está compuesto principalmente de papel, el tratamiento que recibe el saco con el que se protege la uva posee diferentes variedades de ceras para evitar su deterioro con la lluvia. Además, la incorporación de los hilos plásticos de rafia, que vinieron a sustituir a los hilos de esparto natural con los que se ataba el saco treinta años atrás, supone una dificultad añadida al reciclado de un residuo que ya no puede quemarse, enterrarse ni abandonarse en el campo como se hacía antaño.

Los primeros bolsos se comienzan a quitar en septiembre y los últimos en diciembre a medida que se van recolectando las diferentes variedades de uva. Pero el problema es el mismo y el Ayuntamiento de Novelda está decidido a ir «a saco» para atajarlo.

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