Tan solo tres de los 11 ascensores que se encuentran fuera de servicio desde el pasado día 15 de septiembre11 ascensores fuera de servicio volvieron a funcionar a última hora de la mañana de ayer. Se trata del elevador del Centro Cívico, el de San Francisco y uno de los precintados en el Mercado Central, precisamente el ubicado en el edificio que ya contaba con un ascensor, mientras que el recinto contiguo, el que alberga frutas y carnes, permanecía ayer sin ascensores, ni montacargas.
Aunque la alcaldesa de Elda, Adela Pedrosa, afirmó el pasado miércoles ante los medios de comunicación y de los propios comerciantes que los ascensores empezarían a ser reparados ese mismo día, ayer, tal como comprobó este diario, ni los elevadores ni el montacargas del centro de abastos eldenses estaban en servicio, ni tampoco se encontraba en el edificio ningún técnico de mantenimiento. Según informó la presidenta de los placeros, Chelo Martínez, a última hora de ayer, un técnico y representantes de Industria levantaron el precinto, «precisamente en el ascensor que menos falta nos hacía». Hoy se cumplen 13 días desde que los inspectores de la Conselleria de Industria precintaron los 11 elevadores de todos los edificios públicos de Elda al no ajustarse a la normativa vigente en materia de seguridad.no ajustarse a la normativa vigente seguridad Tal como ha podido saber este diario de fuentes municipales, el Ayuntamiento firmó un primer contrato con una empresa de mantenimiento para la reparación de estos tres elevadores, aunque todavía está pendiente de firmar un segundo contrato con la empresa para acometer las reparaciones en el resto.
Pese a la afluencia de clientes y a la animación generalizada en el Mercado Central durante la jornada de ayer, los comerciantes permanecen dos semanas sin poder utilizar los elevadores para el personal, ni tampoco para las mercancías. Esta situación está provocando la desesperación entre el colectivo de placeros que se ve obligado a transportar mercancías pesadas a mano. Además, la falta de ascensor y montacargas en el recinto obliga a los comerciantes a utilizar la misma rampa peatonal de acceso al edificio, lo que ocasiona colas entre los propios placeros en plena madrugada. De hecho el ruido que provocan las carretillas y carros de transporte en las inmediaciones está ocasionando problemas entre los vecinos de la zona a causa del ruido.
