El Ayuntamiento de Pinoso acordó en abril introducir la primera modificación puntual en su joven PGOU para evitar, precisamente, que los pozos salinos del monte Cabezo de la Sal puedan ser utilizados como almacenamiento subterráneo de hasta dos millones de toneladas de petróleo, que quedarían situados a un kilómetro de distancia del casco urbano y en un paraje emblemático y de gran valor ecológico y geológico. La decisión se adoptó de forma unánime por el gobierno de PSOE-PSD y los partidos PP, Bloc y UCL en la oposición. También sigue esperando el Consistorio a que el Consell apruebe su solicitud y declare al diapiro salino Monumento Natural. Y todo ello para garantizar su total protección.