José Antonio Esquembre tomó hace unos meses las riendas de la asociación de vecinos de San Antón. Se enfrenta a la revitalización de un distrito de la ciudad con una población envejecida y una complicada trama urbanística.

El barrio de San Antón es una zona de frontera entre el centro actual de la ciudad y el histórico. Sus límites se confunden con el Rabal y queda difuso entre la parte más moderna y la extensión de la trama urbanística medieval. De hecho, en muchas de las casas derribadas se han encontrado pedazos de la muralla, que anteriormente circundaba la población.

El hecho de que el barrio de San Antón se encuentre entre la parte moderna del casco urbano y la medieval ¿hace de él una zona con escasa identidad?

El barrio de San Antón es la parte noble del casco antiguo porque en él están ubicados los conjuntos arquitectónicos más importantes de la ciudad. Sólo por ello se debería tener un cuidado especial pero hay que reconocer que no es así. Está muy abandonado y muy dejado.

¿Existen dos sectores muy delimitados en el barrio?

Es cierto. La zona sur, más cercana a la iglesia de Santiago y más habitable y la norte, limítrofe con el castillo, que está más olvidada. Pero, todo es centro histórico.

Un centro histórico que no es el Rabal....

Seguramente por dejadez de los vecinos, por no intervenir, hemos ido renunciando al titulo de centro histórico. Por contra, muy bien y sabiamente los vecinos del Rabal lo han sabido aprovechar. Hoy entendemos que el casco histórico es el Rabal, pero es sólo la mitad. La otra es San Antón.

¿En qué acciones va a poner la nueva directiva su esfuerzo?

No entendemos la política de derribar inmuebles en mal estado y dejar un solar. Lo que se va a conseguir es que cada vez haya menos población. Hay que lograr que vengan a vivir vecinos nuevos, que dinamicen y vitalicen el barrio. Éste va a ser el esfuerzo con respecto al Ayuntamiento.

Un difícil trabajo....

En otras poblaciones se han rehabilitado casas y barrios con el apoyo de las administraciones locales y autonómicas. Tenemos cerca ejemplos de otros centros históricos de complicado acceso, igual que el nuestro, y lo han conseguido. Todo es cuestión de crear las herramientas y medidas necesarias.