El portavoz del grupo municipal socialista de Elda, Rubén Alfaro, salió ayer al paso de la polémica suscitada en el seno del equipo de gobierno popular, después de que la alcaldesa de Elda y vicepresidenta primera de la Diputación, Adela Pedrosa, votara en contra de prorrogar una beca de 800 euros al mes de la propia institución provincial, a la hija de su concejala de Hacienda y también senadora, Virginia Romero. Alfaro no cuestionó el procedimiento en la concesión de la ayuda al afirmar que «desconozco los términos del convenio entre la institución y el Colegio de Economistas y no estoy capacitado para posicionarme en torno a este asunto», para añadir a continuación que «al margen de lo legal, moralmente cada uno actúa como considera». Lo que sí criticó con dureza Alfaro fue el argumento esgrimido por Pedrosa para ejercer su voto en contra a la ayuda a la hija de la edil. Cabe reseñar que la alcaldesa emitió su voto negativo «por coherencia política», y explicó que «no me pareció correcto apoyar la ayuda a la hija de un miembro de mi equipo de gobierno». El portavoz socialista se mostró sorprendido ante «el peculiar sentido de la coherencia de la alcaldesa», y recordó que «supongo que en la concesión de la beca a la hija de Virginia Romero se necesitarían unos requisitos y de un conjunto de personas para su aprobación, mientras que Pedrosa ha contratado a sueldo y de forma directa a su propia cuñada», dijo. El portavoz insistió en que «no es de recibo que Pedrosa se envuelva en la bandera de la moralidad, cuando aplica la coherencia, según se conviene ya que además, todavía no ha explicado los supuestos casos de enchufismo en el Museo del Calzado y también desconocemos las razones por las que se le otorgan premios, como el de La Mejor Alcaldesa de España o el Dedal de Oro».
Alfaro concluyó que «estos episodios demuestran que este gobierno está más ocupado en ver como se vengan entre sí, que en los problemas reales de la ciudad, como así se demuestra en el descuido generalizado en todos los problemas: de paro, limpieza y suciedad que padece Elda.
