De «rotundo éxito» calificó el concejal de Juventud de Villena, Pablo Juan Martínez, la última edición de los festivales «Leyendas del rock» y «Aúpa Lumbreiras», que tras siete días de conciertos, con la participación de 125 grupos, echaban el telón el pasado domingo. Martínez afirmó que los niveles de calidad han sido máximos en todos los aspectos, «tanto a nivel musical como de organización, de seguridad, de infraestructuras y de asistentes».

El Ayuntamiento de Villena, en una primera estimación, ha valorado en tres millones de euros el impacto económico que ambos certámenes han tenido en la población, «por lo que los 100.000 euros que el consistorio ha invertido para su desarrollo y el acondicionamiento de la zona de acampada son, sin duda, una inversión mínima para la repercusión económica y mediática obtenida», afirmó Martínez. Según explicó, el consistorio gastó 40.000 euros en el acondicionamiento de los 170.000 metros cuadrados destinados a la acampada libre, 50.000 euros en las horas extraordinarias del personal municipal, 5.000 euros gastos de limpieza y 5.500 euros en el dispositivo sanitario. Asimismo, Pablo Juan Martínez destacó el incremento del consumo en comercios y establecimientos de restauración, durante los días de conciertos, así como la venta de 2.500 abonos para el acceso de los asistentes a los festivales a la piscina municipal.

Los festivales de rock y punk se han consolidado en Villena, incrementándose el número de participantes con respecto a la edición de 2013. «Leyendas del rock» recibió a 12.000 asistentes, 4.000 personas más que el año anterior, y se desbordaron todas las previsiones de participación en «Aúpa Lumbreiras» con 14.000 asistentes. Asimismo el concierto de la banda Extremoduro acogió a 10.000 seguidores. «Este año se confirman los datos previstos con una asistencia, en conjunto, de más de 40.000 personas durante los siete días de conciertos», afirmó el edil de Juventud.

Tanto el concejal como el promotor de los certámenes musicales, Marcos Rubio, calificaron de «hecho aislado, aunque grave, la agresión a agentes de la Policía Local por parte de un grupo de veinte radicales que comenzaron a tirarles piedras».

Pablo Juan Martínez insistió en que los festivales se desarrollaron «con normalidad, en un ambiente festivo, sólo empañado por esta pelea que supone un borrón». Asimismo adelantó que se adoptarán medidas para evitar que se vuelva a repetir.