La bolsa de aire tropical que llegó el domingo a la provincia volvió a provocar el lunes una jornada bochornosa con máximas de 34 grados en la costa y mucha humedad. Ayer, sin embargo, las temperaturas máximas bajaron hasta cuatro grados y se quedaron en los 30 en la costa, pero continuó la humedad, por lo que la sensación siguió siendo bochornosa.

La previsión es que el calor vuelva a disminuir hoy y las máximas se queden en los 30 grados pero con menos humedad. Volverán a repuntar el fin de semana -también puede llover débilmente el viernes- pero sin la intensidad del pasado domingo, que fue el día más plomizo del año. «Un verano típico del Mediterráneo y en el que además tampoco hemos tenido esos calores sofocantes de otros años», matiza Jorge Olcina, para el que la máxima preocupación sigue siendo la falta de lluvias, que puede comprometer el otoño a muchos agricultores. El abastecimiento urbano está asegurado por el trasvase del Tajo y la desaladora de Alicante.