Las obras del nuevo gasoducto Elche-Monóvar-Algueña han comenzado esta misma semana en el denominado kilómetro cero que se halla enclavado dentro del término municipal ilicitano. El acuerdo tácito alcanzado entre los productores de uva de mesa del Medio Vinalopó afectados por la obra y el Gobierno valenciano ha permitido iniciar, una vez superado el rechazo inicial de los sindicatos Asaja y La Unió, la instalación del mayor gasoducto que la compañía Redexis va a construir en la provincia. La inversión supera los 11 millones de euros y la actuación deberá finalizar el próximo mes de diciembre.
Son en total 60 kilómetros de conducciones subterráneas, que atraviesan seis términos municipales, con las que se articulará el suministro de gas natural a todo el Medio Vinalopó y parte del Alto Vinalopó, permitiendo el acceso a esta fuente energética a localidades que actualmente carecen de ella como Pinoso y Algueña y reforzando, además, la capacidad de suministro de las redes de distribución que abastecen a Novelda, Aspe, Elda y Petrer. La nueva infraestructura dotará también de servicio a Monóvar y Sax, que todavía mantienen sistemas de distribución a través de depósitos de gas propano, y posibilitará llevar el gas natural a medio plazo a Hondón de las Nieves y de los Frailes, La Romana, Salinas y Biar.
Como ya publicó este diario el pasado mes, Asaja pidió a la Conselleria de Economía e Industria que aplazase el comienzo de las obras hasta febrero de 2015 para no causar daños en la cosecha de uva de mesa justo en el periodo en el que se realiza la recolección, que se prolonga en función de las diferentes variedades entre julio y enero. La organización agraria llegó a cuantificar las pérdidas por la afección de los cultivos en seis millones de kilos de uva de mesa y un sobrecoste de 2,5 millones de euros en materia de indemnizaciones. Sin embargo la Conselleria se negó a pedirle a la adjudicataria del proyecto que retrasase los trabajos seis meses al considerarlos «muy beneficiosos» para la zona del Vinalopó en particular y para la provincia en general.
A partir de ese momento el director general de Energía, Antonio Cejalvo, medió entre las partes y arbitró un paquete de medidas para minimizar el impacto que la instalación del gasoducto puede tener en las fincas de uva de mesa afectadas, de forma directa o indirecta, por esta nueva infraestructura energética.
Y ha sido precisamente la «acción mediadora» de la dirección de Energía y la «buena voluntad» mostrada por la compañía Redexis y los sindicatos agrarios la que ha permitido alcanzar, a priori, un cierto grado de «consenso y tranquilidad» con Asaja y La Unió. Un pacto tácito que ha permitido que los trabajos hayan comenzado esta misma semana con total normalidad. Lo han hecho en el kilómetro cero pero, con la intención de reducir al máximo los daños en las viñas, no continuarán de forma lineal. Precisamente por ello una vez completado el primer tramo en Elche el tajo se desplazará al kilómetro 19, ya dentro del término de Novelda.
