El gasoducto del Vinalopó no afecta, según los planos del proyecto, a 200 hectáreas de uva de mesa sino a 7 hectáreas comprendidas en los 4,5 kilómetros de tuberías que atraviesan, exclusivamente, los términos de Novelda y Monforte. Así lo ha explicado el director general de Energía para destacar el «buen trabajo» que se ha llevado a cabo desde la Conselleria de Industria a la que pertenece su área y el «gran esfuerzo» que ha realizado la compañía Redexis para compatibilizar los intereses energéticos y agrícolas.

En virtud del proyecto eran 55 los propietarios que se iban a ver afectados por la obra pero al final van a ser 10, que suman en su conjunto 0,7 hectáreas, porque se ha modificado la planificación de los trabajos en función de la variedad de la uva y de sus fechas de recolección, que se prolongará hasta enero. «El tajo de la obra se adaptará, por tanto, al ritmo de la cosecha de tal modo que los obreros y la maquinaria no entrarán en las fincas hasta que los agricultores hayan terminado de cortar la uva», ha añadido Antonio Cejalvo puntualizando, no obstante, que esta medida no va a «salvar» a la totalidad de los productores pero sí a un elevado número de ellos.