Pocos saben en Elda lo que es un contra vado. Pero a partir de ahora lo van a saber porque la concejalía de Tráfico ya ha comenzado a instalar, de momento y sólo en algunas calles, unas señales verticales de prohibido parar y estacionar en tres metros lineales justo enfrente de los vados. Se llaman contra vados, es una medida completamente novedosa, está regulada en una ordenanza y su fin es impedir que los vehículos aparcados en la calle obstaculicen a los que se hallan en los vados. De este modo se facilita la entrada o salida a la vía pública de los vehículos de aquellos garajes o locales cuyos dueños han contratado vado. Maniobras que se tornan muy complicadas o imposibles cuando las calles son estrechas y el aparcamiento cambia periódicamente.

El Ayuntamiento los expide de forma gratuita si el propietario del vado lo solicita y si la anchura de la calle es inferior a los seis metros. La calle Vicente Blasco Ibáñez es un ejemplo claro y visible.

De momento ya hay unas 40 peticiones de contra vado y es más que previsible que el número aumente en los próximos meses a medida que el «invento» se vaya conociendo. Por su trazado urbano el barrio de Fraternidad va a ser el mayor demandante. Pero no el único. Paradójicamente, una de las circunstancias que ha llevado al Ayuntamiento a adoptar esta medida es la mejora de las calles al ampliarse la anchura de las aceras siguiendo los requisitos de la nueva normativa. De este modo se ha reducido el espacio para que los conductores puedan salir o entrar de sus garajes sin dificultad.

El contra vado ya se viene concediendo desde hace algún tiempo en otras localidades -en Alicante por ejemplo- pero en Elda es novedoso y los primeros en estrenarlo están muy satisfechos. Sin embargo, habrá que esperar ahora a saber cuantas plazas públicas de aparcamiento se pierden. Esa es la cruz del contra vado.