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Una firma de Zaragoza estudia retomar la extracción en una vieja mina de Villena

Energía otorga permiso de investigación a la empresa Ría 2002 con el objetivo de extraer la valiosa magnetita que se emplea en la aeronáutica

Una firma de Zaragoza estudia retomar la extracción en una vieja mina de Villena

El Servicio Territorial de Energía de Alicante ha otorgado los permisos de investigación denominados «Alejandra» y «Pilar» para valorar la conveniencia de retomar la actividad extractiva en una vieja mina de hierro abandonada a mediados del siglo pasado en Villena. Las seis cuadrículas mineras de la explotación «Teodoro» se encuentran ubicadas a las faldas del Cabezo Largo, junto a un extenso olivar del paraje de La Atalaya y en las inmediaciones de la estación del Ave.

Ha sido la empresa Ría 2002, con sede en Zaragoza, la que ha obtenido luz verde del Consell para poder estudiar el yacimiento. Dispone de un periodo máximo de tres años pero su equipo de geólogos deberá iniciar las primeras investigaciones antes del próximo mes de noviembre. La firma autorizada está especializada en la extracción de calizas y alabastros en las canteras turolenses de Albalate del Arzobispo. Este diario contactó ayer con su responsable, que confirmó su interés por tratar de determinar la ubicación, extensión, cantidad y calidad exacta del yacimiento férreo, así como por calcular el índice de aprovechamiento del material que guarda bajo tierra. Para ello su empresa, tras tener conocimiento de los vestigios de magnetita presentes en esta vieja explotación, se presentó al concurso minero abierto por la Generalitat Valenciana y obtuvo la oportuna aprobación.

El primer propietario, el villenense Teodoro Hernández Tomás, fallecido hace años, fue quien localizó el yacimiento de magnetita practicando sus conocimientos de zahorí con la técnica del péndulo sobre el mapa. Pidió entonces la concesión directa de explotación en octubre de 1955 y le fue otorgada en julio de 1958. Tras años de extracción la actividad fue abandonada al parecer por falta de rentabilidad.

En los años 2000 este diario contactó con Teodoro y, según indicó entonces, una compañía mexicana estaba interesada en reabrir la mina para extraer la magnetita y destinarla a la industria aeronáutica, donde este material es muy apreciado para fabricar radares y brújulas. Sin embargo, finalmente no se alcanzó ningún acuerdo y la mina siguió deteriorándose aunque todavía se conserva el pozo de acceso, varias galerías con pasarelas de madera, un muelle y la vieja casa que hacía las funciones de oficina.

Incluso en la zona exterior todavía queda gran cantidad de mineral apilado y listo para transportar.

La creciente demanda de hierro por parte de China está despertando el interés por explotaciones mineras abandonadas hace décadas. La de Villena es un ejemplo.

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