La industria del calzado sufre desde que en los años 90 llegaron las «vacas flacas» la pérdida de muchas vocaciones. La de patronista es una de ellas a pesar de tratarse de uno de los trabajos más románticos del sector, por cuanto sólo el patronista puede hacer realidad el sueño del modelista.
Pues bien, para garantizar que este digno oficio no se pierde el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (Inescop) se encuentra inmerso en la formación de quince futuros profesionales de patronaje de calzado en sus propias instalaciones. Pero, además, todos ellos forman parte de la primera promoción que el próximo mes saldrá con el título oficial de patronista de calzado certificado por el Ministerio de Empleo. Algo que ha sido posible gracias a la acreditación concedida a Inescop por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y por la cual el centro tecnológico con sede en Elda ha vuelto a ofertar este tipo de formación especializada.
La oferta del curso se cubrió muy rápidamente. Un total de 56 aspirantes se presentaron a la prueba de selección «aunque sólo 15 pudieron optar a una plaza», se lamenta la responsable del área de formación de Inescop, Rosana Pérez, a quien le hubiera gustado poder llegar a más alumnos «pero las limitaciones de la eficacia formativa, del espacio y las condiciones de la convocatoria oficial son las que mandan», aclara. No obstante, y tras una valoración muy positiva de este primer curso homologado, desde Inescop se le augura un gran futuro al esta actividad formativa «siempre y cuando se cuente con financiación pública, pues alumnos interesados siempre tenemos», afirman sus responsables.
Pero, además de la gran acogida que ha tenido este curso, Rosana Pérez destaca el alto nivel de entrada de los alumnos. De hecho, la mayoría tiene formación previa relacionada con el diseño, como diseño del producto, ingeniería técnica en diseño industrial, diplomaturas en diseño de moda y técnicos de grado medio en calzado.
Durante los ocho meses que dura el curso, y con 800 horas formativas a sus espaldas, los futuros patronistas habrán adquirido conocimientos sobre materiales, procesos productivos, patronaje y escalado, además de recibir formación sobre sensibilización ambiental, inserción laboral e igualdad de género. A esto, hay que añadir el inglés empresarial, la promoción del trabajo autónomo y las prácticas en empresas. «Y esto último -destaca la responsable del área- es sin duda la parte más esperada por los alumnos, ya que es el momento de aplicar todo lo aprendido durante el curso y constituye una puerta de entrada al sector».
Además, las enseñanzas recibidas no se limitan a las técnicas manuales y clásicas. Se complementan con programas de diseño por ordenador en dos y tres dimensiones y con clases magistrales. Enseñanzas sobre la magia del calzado que imparten los «duendes» más veteranos del sector.
