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Plantan 55.000 cerezos y albaricoqueros en La Torre para exportar la cosecha a Europa

Una nueva empresa agrícola de Villena arrienda las 60 hectáreas de terreno a su propietario británico e invierte 900.000 € en recuperar una explotación que había sido abandonada

El gerente de La Torre Stone Fruits muestra las nuevas plantaciones y el palacete del siglo XIX que domina el emblemático paraje. CARLOS RODRÍGUEZ

La emblemática finca La Torre de Sax, un enclave privilegiado por su valor natural, paisajístico e histórico, ha recuperado una actividad agrícola que tiene sus orígenes más remotos en la antigua villa romana que se construyó a mediados del siglo I. El grupo Agrodisa del Vinalopó -sito en Villena- le ha arrendado 60 hectáreas de tierra de cultivo a su propietario inglés y ha creado una nueva empresa agrícola, La Torre Stone Fruits o La Torre Fruta Dura en su traducción al castellano, que ha invertido 900.000 euros en un proyecto en el que su gerente, el ingeniero agrónomo José Antonio Martínez, lleva trabajando cuatro años en los despachos y dos en el campo.

La finca va a ir explotándose por fases hasta alcanzar una plantación de 40.000 cerezos -de variedades nuevas y tradicionales- repartidos en 40 hectáreas y de 15.000 albaricoqueros, distribuidos en 25 hectáreas, con los que se estima alcanzar una producción anual de 400.000 kilos de cereza y 750.000 kilos de albaricoque. Toda la cosecha será exportada a Europa, fundamentalmente a los países del Este y del centro del Viejo Continente.

En estos momentos, son 25 las hectáreas cultivadas, tanto de cerezo como de albaricoquero, pero de forma experimental se han plantado sandías en otras 10 hectáreas más. Por lo pronto, ya se han creado seis puestos de trabajo fijos y en el periodo de la recolección, durante los meses de mayo y junio, se empleará a un centenar de personas. La primera cosecha de albaricoque se espera recoger en mayo de 2015 y de cereza, en mayo de 2016. Esa son las previsiones que maneja el responsable de La Torre Stone Fruits y que, de no producirse ninguna adversidad climatológica, se va a conseguir teniendo en cuenta que no se ha «perdido» ni uno solo de los miles de árboles plantados. Algo muy poco usual que, según José Antonio Martínez, se debe a la extraordinaria calidad de la tierra del paraje La Torre. «Unas características únicas que le confieren a la fruta un color y un dulzor especial», explica el experto recordando que en este enclave se viene cultivando vid, olivo y diferentes frutales desde hace más de 200 años y sus cosechas han sido merecedoras de numerosos premios agrícolas. Respecto al palacete que domina la finca, y que fue mandado construir por Gaspar Marco y Marco en 1856, señala el gerente que de momento no se va a abrir dado que mantiene unos frescos de gran valor artístico e histórico que es necesario restaurar y preservar.

En cualquier caso mañana, a las ocho y media de la tarde, La Torre lucirá de gala para el acto de presentación del ambicioso proyecto a las autoridades, clientes y amigos.

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