La cosecha de uva para esta campaña ya sufre en el conjunto de la provincia una caída superior al 50% respecto a la del año anterior por efecto de la sequía. Pero en algunas zonas de secano las pérdidas rozan el 100%. Son las estimaciones que maneja La Unió de Llauradors tras comprobar que la deficiente brotación de las viñas va a tener efectos muy negativos, tanto en la cantidad como en la calidad de la uva de vinificación. Una adversidad que la organización agraria cifra, hasta el momento, en cuatro millones de euros de pérdidas directas.

La falta de lluvias mantenida durante ocho duros meses afecta a más de 8.000 hectáreas en la provincia de Alicante sobre un total de 40.000 en el conjunto de la Comunidad Valenciana. La situación es ya irreversible aunque lloviera en las próximas semanas en lo que se refiere a la producción. Sólo las cepas podrían salvarse con la llegada de las precipitaciones.

La Unió considera urgente que el Gobierno central publique el decreto para compensar las importantes pérdidas que padecen los agricultores. Aparte de las posibles ayudas o exenciones fiscales que incluya el decreto, los productores de vino reclaman aumentar la dotación de riego de socorro para la viña. Consideran «vital» pasar de los actuales 450 metros cúbicos por hectárea y año a los 1.200.