«Estoy aquí por ideas y no por siglas y mis ideas siguen siendo las mismas por encima de la marca de márketing en la que se ha convertido este partido megalómano, que tiene por objetivo servir a los intereses de una sola persona, que cercena cualquier brote de inteligencia o cualquier liderazgo alternativo al existente, en el que prosperan los palmeros y los perros fieles, que se niega a encontrar puntos de unión con partidos ideológicamente afines y cuya dirección ha adoptado unas formas dictatoriales y antidemocráticas». Este es solo un párrafo de la extensa y durísima carta que el ya ex edil de UPyD de Elda, César González remitió ayer a la dirección nacional del partido.

González compareció ayer para explicar, punto por punto, las razones que le han llevado a tomar la decisión de abandonar la formación y pasarse al grupo de los no adscritos, lo que supondrá «perder muchos derechos, pero seguiré desempeñando mi labor de servicio público por respeto a mis votantes«, dijo.

En su misiva el concejal realiza un repaso a los acontecimientos ocurridos en el seno de la agrupación local, acusando a la dirección de ser cómplice de las prácticas «irregulares» del partido. Según el edil, su escrito fue remitido el pasado martes a la dirección regional y «en lugar de ponerse en contacto conmigo, cursaron mi baja a Madrid. Si he continuado hasta ayer, era porque confiaba en que los problemas tuvieran solución, pero visto que no es posible, lo más juicioso es marcharse».

Las decisiones que sustentan su decisión se basan en «la falta de democracia interna del partido y el palmario incumplimiento de la regeneración democrática. UPyD es un fraude, ni existe la democracia interna, ni regeneración democrática alguna», dijo.

En su misiva González relata una dilatada trayectoria de desencuentros que desembocó en «una obsesión persecutoria contra mi, tras el pucherazo que desde distintos estamentos se preparó en el congreso de la Comunidad en 2009, reconocido posteriormente por ustedes, sin adoptar ni una sola medida correctora, ni disciplinaria contra los responsables».

Según González, «he podido observar de forma reiterada que es práctica común en UPyD que el aparato del partido prepare listas cerradas, propicie o deniegue afiliaciones, cierre censos electorales a su conveniencia o convoque elecciones a órganos en determinadas fechas para obtener ventaja, actitudes más propias de organizaciones con tintes sectarios que utiliza prácticas para organizar pucherazos», señalando a UPyD como una formación política «a la que palabras como democracia y unión le quedan grandes».

González relata además diferentes episodios de aislamiento por parte de su organización, como «la falta de apoyo jurídico ante una querella del PP; Cuando a través de un auto judicial demostré que perdí mi empleo por no poderlo compatibilizar con mi acta; cuando pincharon las ruedas de mi coche, etcétera. Nadie condenó estos hechos. Ni una sola vez ha salido un responsable orgánico, nacional, territorial o local a defender o apoyar al edil de Elda» y «ante las constantes acciones de acoso y derribo por parte del órgano local, ustedes han girado la cabeza hacia otro lado, convirtiéndose en cómplices de estas actitudes», tal como se lee textualmente.

González explica además que «pese a todo, mis servicios al partido en ningún momento han decaído y hasta esta misma semana he hablado en nombre del mismo, con la esperanza de que la vía de los hechos levantara el telón de oprobio que entre todos han levantado» y explica además que «he desarrollado mi trabajo en absoluta soledad, sin ningún tipo de apoyo humano al no contar con personal, y en mis inicios sin percibir un sueldo público. Dejo UPyD en el momento más alto, tras las últimas europeas en Elda. Hemos alcanzado un porcentaje superior al 10%. Modestamente, tengo una trayectoria política apreciable y juventud por delante para acatar aquello que es injusto». En cuanto a sus contactos con Ciudadanos, González respondió que «me gusta el partido y siento simpatías. Albert Rivera me parece que tiene un discurso real y creíble, aunque de momento y hasta septiembre no tomaré ninguna decisión».