«La alcaldesa, Adela Pedrosa, ha preferido anteponer su seguridad personal a la de la ciudad de Elda», criticó el portavoz del grupo municipal socialista, Rubén Alfaro, censurando duramente la actitud de Pedrosa quien dispuso de dos agentes de la Policía Local de paisano y con arma reglamentaria las noches del viernes, sábado y domingo de las pasadas fiestas de Moros y Cristianos. Cabe resaltar que el servicio de los agentes, sufragados a través de horas extraordinarias, comenzaban a las 11 de la noche, una vez concluidos los actos oficiales y hasta que la alcaldesa se retiraba a su domicilio.

Alfaro aseguró haber «constatado el malestar de los agentes, ya que la plantilla se desmanteló en algunos puntos de la ciudad para poder prestar este servicio personal. Entendemos que en los actos oficiales, en la tribuna y en otros lugares de representación la alcaldesa esté protegida por agentes, pero nunca para ir de cuartelillos. Para eso no creo que se requiera este servicio público», dijo. Alfaro quiso dejar claro que «ningún alcalde anterior ha requerido de este tipo de escolta anteriormente».

Este diario contrastó los datos del portavoz del PSOE con el delegado del SEP en la ciudad, precisamente el agente, José Andrés Gil, quien confirmó que «los servicios extraordinarios diseñados para las fiestas de Moros y Cristianos se vieron alterados, dado que en las tres noches que se realizaron los servicios de protección a la primera autoridad el planing inicial varió» y citó como ejemplo que «el viernes en la calle Pedrito Rico eran 4 los agentes que vigilaban la zona, pero el sábado y el domingo, uno de ellos fue desviado con Pedrosa».