Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pinoso suaviza las restricciones de agua pero Salinas y Monóvar rozan la situación límite

Los agricultores quieren aguantar hasta julio con riegos de socorro para salvar sus plantaciones pero ya han perdido el 30% de la cosecha

La Sociedad Agraria de Transformación (SAT) «Aguas de Pinoso» ha decidido levantar la restricción al consumo de agua de riego que en abril le tuvo que imponer a sus 900 socios para tratar de paliar los efectos de la sequía. Su junta directiva acaba de ampliar a 200 metros cúbicos por socio, hectárea y mes -justo el doble- la cantidad de agua máxima que se puede solicitar para evitar la muerte de las plantaciones de vid, almendro y frutales que agonizan por la ausencia de lluvias desde hace ya ocho largos meses.

La decisión de «cerrar el grifo» vino motivada por la necesidad de preservar los caudales subterráneos

que los dos pozos de la SAT extraen del acuífero del Carche-Sierra Salinas. Reservas hídricas fundamentales para conseguir llegar a finales del próximo mes sin agotarlas y, de este modo, poder realizar un último riego de socorro con el fin de evitar que las 3.900 hectáreas de cultivos de regadío que mantiene la SAT «Aguas de Pinoso» terminen secándose por completo.

Pero esta medida no se podría haber adoptado si el nuevo pozo perforado en mayo, el Raspay I, no estuviera aportando un caudal próximo a los 80 litros por segundo. «Este buen dato unido a la petición de muchos agricultores solicitando más aporte de agua para la supervivencia de sus campos nos ha llevado a volver a la situación anterior y aumentar a 200 metros cúbicos por hectárea el límite de la dotación por socio», ha explicado el tesorero de la entidad, Miguel Ángel Oliver, para quien «la decisión es arriesgada pero el objetivo es conseguir aguantar hasta julio aunque, si la situación sigue como hasta ahora, las estimaciones apuntan a que en esta campaña se va a perder un 30 por ciento de la cosecha de uva de vino». Porcentaje que supone un millón de kilos menos que el año pasado.

En la vecina localidad de Monóvar los agricultores de la Sociedad Agraria de Transformación «Percamp» también necesitan el envío urgente de agua para evitar que la falta de lluvias que se mantiene desde octubre, y la consecuente sobreexplotación de los pozos, acabe con sus plantaciones. La situación por la que atraviesan es tan preocupante como grave. La larga temporada de sequía que viene sufriendo el Alto y Medio Vinalopó está poniendo en riesgo la viabilidad de muchos cultivos y ya ha elevado a millonarias las pérdidas en los cultivos tradicionales de secano como el almendro, el olivar y la vid. Conocedores de la problemática y conscientes de que el inicio de la temporada seca hace prever daños mayores, el alcalde de Monóvar, el socialista Natxo Vidal, se reunió días atrás con la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar, María Ángeles Ureña, para solicitarle el envío urgente de los 300.000 metros cúbicos de agua que necesita la SAT, además de la aprobación de las concesiones procedentes del trasvase del Júcar-Vinalopó con las que garantizar la supervivencia de los cultivos tradicionales.

Entre los términos municipales de Pinoso y Monóvar está Salinas, otra localidad del Medio Vinalopó poseedora de una gran extensión de superficie agrícola que se encuentra en una situación límite por la falta de agua. Entre los regantes de Salinas todavía no se han aplicado restricciones al consumo pero, si los caudales del Júcar no llegan ni comienza a llover pronto, el grifo también se cortará.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats