Trescientos opositores se presentaron a primera hora de la mañana de ayer en Aspe para optar a las dos únicas plazas de Policía Local que ha ofertado el Ayuntamiento. Las previsiones iniciales se desbordaron hasta el extremo de que fue necesario dividir a los aspirantes en dos grupos y habilitar el pabellón polideportivo municipal de Aspe. Sobre la cancha se instalaron 78 mesas, compartidas cada una por dos aspirantes a funcionario, y el primer turno empleó cerca de cuatro horas en completar la larga y variada lista de preguntas de los test psicotécnico y de inteligencia.
A las pruebas de selección acudieron candidatos procedentes de municipios de las tres provincias de la Comunidad Valenciana. La mayoría eran hombres, de entre 20 y 30 años de edad, siendo muchos de ellos estudiantes universitarios o titulados en Criminología y Derecho. Quienes logren superar esta primera fase se tendrán que enfrentar a las pruebas físicas antes de presentarse al examen oral del temario completo de la disciplina. Si consiguen el aprobado adquirirán la condición de funcionarios interinos de la Policía Local pero sólo quienes obtengan las dos máximas calificaciones de los 300 examinados pasarán a formar parte de la plantilla de la Policía Local de Aspe, que cuenta en estos momentos con 36 agentes. Se da, además, la circunstancia de que las dos plazas convocadas por el Ayuntamiento no tienen por finalidad ampliar la plantilla policial. Según explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, los dos nuevos policías suplirán las bajas de los dos agentes que se han jubilado recientemente. «De momento, por la coyuntura económica que atravesamos, no podemos ampliar la plantilla pero si en la próxima legislatura sigo al frente de esta concejalía mi intención es la de aumentar en diez el número de agentes para llegar a los 46 que se necesitan», adelantó David Cerdán. El edil también acudió al pabellón polideportivo en las primeras horas de la oposición y se entrevistó con los miembros del tribunal. «A muchos opositores se les veía tensos y nerviosos, como es completamente normal, porque llevan mucho tiempo y mucho dinero empleado en prepararse en academias y gimnasios para poder superar las pruebas teóricas y prácticas. Espero -dijo por último Cerdán- que tengan suerte y consigan el objetivo que se han marcado».
Pero en Aspe no es la primera vez que se producen avalanchas de peticiones de trabajo. En septiembre de 2012 el Ayuntamiento registró en diez días 4.000 solicitudes en las cinco bolsas de trabajo abiertas para la contratación eventual de personal. Las colas se repitieron todos los días y la Oficina de Atención Ciudadana tuvo que reforzar su plantilla para poder atender una media de entre 350 y 400 peticiones diarias de parados.
