La industria zapatera despidió ayer a uno de sus máximos exponentes, el empresario eldense fundador de la firma «Kurhapies» y padre de la diseñadora Sara Navarro, Juan Navarro Busquier, que falleció en Elda a los 84 años de edad.

Cientos de personas, familiares, empresarios, amigos, trabajadores y miembros de la Corporación municipal, con al alcaldesa de la ciudad Adela Pedrosa y el concejal de Industria, David Navarro, a la cabeza, acudieron primero a la capilla ardiente instalada en el museo de la firma y después a la iglesia de Santa Ana donde tuvo lugar el sepelio. Tras la desaparición de Juan Navarro, la primera autoridad local anunció a este diario su intención de nombrar a Navarro Hijo Predilecto de Elda a título póstumo, por su trayectoria empresarial y por su amor a Elda. «Juan Navarro ha sido uno de los principales exponentes de la fabricación del calzado español de calidad y uno de los mejores embajadores de Elda dentro del sector. La ciudad le debe un reconocimiento institucional por haber realizado una de las primeras y de las mejores campañas de imagen de Elda y de su industria», dijo Pedrosa. Cabe reseñar que el fallecimiento del empresario se produjo de forma repentina. Pedrosa, tras mantener una reunión con su equipo de gobierno anunció que la propuesta se incluirá en el próximo pleno. Hasta ahora el único precedente a Juan navarro con este reconocimiento es Alberto Navarro.

Emprendedor

Activo hasta el último día, estaba inmerso en la adecuación del museo y de sus oficinas y había retomado su faceta como diseñador y zapatero sacando al mercado tres nuevas líneas para la firma que ha sido buque insignia de la empresa familiar, siempre relacionada con el confort y la calidad. Su vinculación al sector fue constante, como fundador del grupo de exportadores Alius y como secretario general del Instituto Tecnológico del Calzado Inescop durante años.

Vinculado a su ciudad natal, donde desarrolló íntegramente su larga trayectoria empresarial, fue el encargado de realizar el pregón de Fiestas Mayores desde el balcón del Ayuntamiento, por encargo de la propia alcaldesa. Su vinculación con la cultura fue una constante en su vida, dado que han sido muchos los proyectos desarrollados por el empresario en este campo, entre ellos la creación de un museo. Abierto a colaborar con las iniciativas históricas y socio-culturales de la ciudad, dado que atesoraba una importante colección de imágenes y material de todo tipo relacionado con la historia y tradiciones de Elda, siempre se brindó a prestarla para fines culturales y ciudadanos.

La capilla ardiente fue un hervidero de personas durante toda la tarde del lunes y la mañana de ayer. Cientos de personas acudieron a dar a Navarro su último adiós, entre otros, el exalcalde Juan Pascual Azorín y muchos empresarios eldenses, así como multitud de representantes de la industria auxiliar. La iglesia de Santa Ana permaneció abarrotada durante el entierro, ya que fueron muchos los amigos del empresario que se sumaron al sepelio del industrial, así como muchos de sus trabajadores.