Los agricultores de Pinoso ya están aplicando restricciones al consumo de agua de riego para racionar los caudales subterráneos que extraen de sus pozos. La prolongada sequía y la necesidad de preservar los acuíferos que atraviesan el término municipal son las dos razones que han llevado a tomar la decisión de cerrar del grifo.
Hasta el próximo mes de septiembre los 900 socios que forman parte de la Sociedad Agraria de Transformación «Aguas de Pinoso» han decidido limitar el consumo máximo mensual a la mitad. El fin que se persigue es conseguir llegar a finales de julio con suficientes reservas como para poder hacer un riego de socorro. Se trata de evitar a toda costa que las plantaciones de vid terminen secándose por completo. De las cosechas de esta campaña ya ni hablan los agricultores. Las están dando prácticamente por perdidas después de que en los últimos ochos meses sólo hayan caído en el Medio Vinalopó dos litros de agua de lluvia.
Con las restricciones puestas en marcha por la junta rectora de «Aguas de Pinoso», el consumo hídrico por socio y hectárea queda limitado ahora a la mitad, pasando de 200 a 100 metros cúbicos mensuales. No obstante, el precio se mantiene intacto y sigue fijado en 28 céntimos por metro cúbico. La medida restrictiva se viene aplicando desde el pasado mes de abril y, si no llueve de forma abundante en las próximas semanas, se va a mantener durante el próximo verano para todos los socios. Cabe señalar, al respecto, que el agua de los pozos que gestiona esta Sociedad Agraria de Transformación se está extrayendo ya a una profundidad que se sitúa entre los 300 y 400 metros bajo tierra. No actuar como se está actuando sería, por tanto, una temeridad.
