El bando moro, que desfiló con el siguiente orden: Moros Viejos, Berberiscos, Fronterizos, Moros Nuevos y Beduinos, conquistó ayer las calles de Petrer con un gran despliegue de música y el colorido de sus trajes. Si el sábado eran los cristianos los que pisaron fuerte las calles del municipio, ayer las huestes de la media luna no se quedaron atrás y protagonizaron un espectacular desfile para presentarse ante miles de personas.

Los Moros Viejos fueron los encargados de inaugurar el desfile de las tropas de la media luna y lo hicieron con una gran carga histórica en un año repleto de celebraciones, entre ellas, el cuarto centenario del voto de los petrerense a su patrón, San Bonifacio Mártir.

«Rememorando la historia» es el título que los Moros Viejos eligieron para realizar la apertura de la Entrada Mora. Un bloque de moros con la manta al hombro, barba postiza y su cabo al frente recordaron como la comparsa desfilaba en sus inicios.

Así, la comparsa, reivindicativa de las tradiciones de los Moros y Cristianos, creó una contundente apertura con los capitanes y abanderadas de años atrás junto a los estandartes de cada una de las escuadras que la componen. La fanfarria zíngara de Elda, interpretando una marcha mora, les acompañó durante un desfile.

Los Moros Viejos continuaron mostrando su larga historia en la fiesta con la presencia de escuadras de mujeres que celebran su 25 aniversario al igual que la masculina de «Los Omeyas», quienes también conmemoran sus bodas de plata.

El capitán y la abanderada, junto a su hija la rodela, unieron el boato de apertura con la primera filà de la comparsa «los Sarracenos», a la que pertenece el capitán. Con ellos, como es tradicional, desfiló el embajador moro.

A pesar de las intensas jornadas que los festeros ya llevan a sus espaldas, sus rostros brillaron en el último gran desfile como si fuera el primer día, sin aminorar un ápice las ganas de seguir con los festejos en honor a San Bonifacio.

El colofón llegó con el bando cristiano. Tercio de Flandes, Estudiantes, Labradores, Vizcaínos y Marinos llenaron de marchas moras y pasodobles las calles petrerinas. Mientras en la tribuna de autoridades junto al alcalde de Petrer, Pascual Díaz, se encontraba el vicepresidente de la Generalitat Valenciana, José Ciscar.

Por la mañana, los capitanes y abanderadas tuvieron un momento de gran protagonismo cuando los socios de sus comparsas les acompañaron hasta la iglesia de San Bartolomé, donde se celebró la eucaristía que presidió el obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui. El sacerdote disfrutó, momentos antes de la celebración religiosa, de la llegada de las comparsa en el denominado Desfile de Honor.

Petrer sigue inmerso en la fiesta después de intensas jornadas en las que en casi todos los rincones de la villa, y a todas horas, se escucha música. Pero, hoy, se pondrá fin a los Moros y Cristianos de 2014 con el nombramiento de los capitanes, abanderadas y rodelas para el 2015.