El estruendo de los arcabuces y el olor a pólvora anunció el fin de las fiestas de Moros y Cristianos en Biar.

La población vivió con intensidad, en la tarde del lunes, las últimas horas de unas celebraciones marcadas por la buena climatología y la alta participación, tanto de festeros como de público, en los actos realizados durante los cuatro días de Moros y Cristianos.

Al atardecer, y desde la plaza del Ayuntamiento, los arcabuceros de las siete comparsas: Blanquets, Blavets, Estudiantes, Maseros, Moros Vells, Moros Nous y Tariks, iniciaron los disparos anunciando, con el estruendo, la despedida de la Patrona de la villa, la Mare de Déu de Gràcia.

Las marchas procesionales comenzaron a sonar y los festeros, con seriedad, respeto y devoción, iniciaron el desfile de subida al santuario de la Virgen. Más tarde, la imagen de la Patrona salió de la iglesia parroquial escoltada, como marca el protocolo, por la escuadra oficial de la comparsa de Moros Nous, que tras iniciar el desfile de despedida, en la plaza de la Constitución, a mitad de camino volvió sobre sus pasos y se dirigió de nuevo al templo, para arropar en su salida, a la Mare de Déu de Gràcia.

Biar vivió uno de los momentos más emotivos dentro de las fiestas de Moros y Cristianos, cuando la imagen de la Patrona llegó a la plaza de España y los miembros de la Masa Coral interpretaron el «Canto de despedida». Ya en el parque del Plátano, los anderos, volvieron la imagen de la Virgen de Gràcia, como es costumbre, para que contemplase por última vez la villa, antes de emprender la subida al santuario donde permanecerá hasta el próximo mes de septiembre, cuando de nuevo volverá a visitar la población.

Tras la llegada de la Virgen al santuario se realizó uno de los actos que une las fiestas de 2014 con las de 2015. Los capitanes de las siete comparsas hicieron traspaso de las banderas a los festeros que los ostentarán el día de San Vicente del próximo año.

Al son del pasodoble, los festeros iniciaron el regreso a la población hasta la plaza de la Constitución, donde esperaron la llegada de la imagen de Nuestra Señora del Roser, «La Porigoseta», que fue trasladada a la iglesia parroquial.