La continuidad de la asociación de vecinos del barrio de San Antón, ubicado en el casco antiguo de Villena, está pendiente de un hilo ante falta de vecinos dispuestos a asumir su gestión.

Hace dos meses la actual directiva convocó una asamblea ordinaria para elegir nuevo presidente, tras el cese reglamentario del actual, Pascual Pérez. De los casi doscientos asociados, sólo una decena acudió a la cita por lo que la junta directiva acordó posponerla con la esperanza de que en este tiempo algún vecino se animase a presentar su candidatura.

Finalmente, la asamblea para elección de junta directiva ha sido convocada para mañana miércoles, 7 de mayo, a partir de las 20.30 horas en la ermita de San Antón. El presidente de la asociación, Pascual Pérez, alerta de que «la continuidad de la asociación de vecinos peligra, ya que los estatutos no contemplan otra alternativa que no sea la elección de nuevo presidente». Asimismo, informa que los interesados podrán presentar la candidatura hasta el inicio de la asamblea.

El problema del barrio de San Antón, en pleno casco antiguo, es el envejecimiento de su población. La mayoría de sus vecinos son personas mayores que están dispuesta a colaborar en la organización de los festejos que se desarrollan en esta zona de la población pero que les viene cuesta asumir la dirección.

La asociación de vecinos se constituyó en 1995 con el fin de recuperar la ermita de San Antón que había sido declarada en ruina. El templo es uno de los inmuebles más visitados y queridos por los villenenses, puesto que alrededor del mismo se desarrollan los actos en honor a San Antón durante el mes de enero. El templo fue construido en el siglo XVI y documentos escritos acreditan que desde 1709 y coincidiendo con la onomástica de San Antón se organizan allí las actividades.

Los vecinos, además de restaurar la ermita, han trabajado durante años por mantener viva la tradición del encendido de la hoguera en la víspera de la festividad de San Antón, la venta y subasta de toñas, así como el desfile y bendición de animales, ya que la asociación es la que se encarga de la organización de los festejos en honor al santo durante el mes de enero. Asimismo, en los últimos años durante las fiestas en honor a San Antón, la asociación de vecinos ha introducido nuevas actividades como teatro infantil o cuentacuentos alrededor de la hoguera, para acercar esta fiesta se al público infantil y continuar con la tradición.

La desaparición de la asociación de vecinos del barrio de San Antón supondría un gran revés para el municipio, puesto que ha sido una de las agrupaciones que más ha trabajado por la conservación del patrimonio y la cultura local.