Los cerezos de Villena han comenzado a florecer y se espera que a lo largo de la próxima semana todas las yemas cerradas eclosionen creando un paisaje de gran belleza. Frutales como los manzanos o los perales -típicos del interior de la provincia de Alicante- han dado paso a grandes extensiones de cerezos, un árbol sin plagas en su cultivo y con una mayor rentabilidad económica.

Cada año las explotaciones de cerezos aumentan en el término municipal. Se espera que en la cooperativa Agrícola de Villena entren al concluir la recolección, a finales del mes de mayo, 300.000 kilos pero la producción local total en 2014 puede alcanzar el millón de kilos.

En este sentido, se prevé que en Villena, la producción y las hectáreas de este cultivo en los próximos cinco años llegue a superar la de la Montaña de Alicante, la única zona con Denominación de Origen en la provincia.

Santiago Torró, agricultor local, explica que «las cerezas de las variedades más tempranas, que son más gordas y menos dulces son las más rentables». El consumidor espera los primeros frutos, que son escasos y paga un buen precio por ellas. Con la llegada de las variedades de media estación el precio de las cerezas se equilibra, aunque son más sabrosas. A penas unas semanas después llegarán a los mercados las variedades más tardías.

En la mañana del sábado, Torró se dedica a soltar los abejorros que le ayudan a los árboles a la polinización. Espera que las lluvias, el único temor para los propietarios de estas explotaciones frutales, sean escasas en los meses de abril y mayo. De ser así, la cosecha de este año será buena.

Turismo

Mucho trabajo le queda por hacer a la ciudad de Villena para que los cultivos de cerezas locales se conviertan en un atractivo turístico. Aunque son bastantes los vecinos que no pierde la oportunidad de caminar, sobre todo por la carretera del Puerto, extasiados por el imponente paisaje que ofrecen los cerezos en flor. Son unas rutas de importante valor natural para quienes les gustan las rutas a pie o en bicicleta.