El Ayuntamiento de Aspe y la Diputación acaban de iniciar las obras de peatonalización del casco histórico en lo que supone la fase final del plan de rehabilitación de este enclave urbano que se comenzó a revitalizar hace 20 años. La actual actuación cuenta con una inversión de 605.000 euros, de los cuales 211.000 euros son aportación del Ayuntamiento y el resto de la institución provincial.

Entre las labores de rehabilitación se encuentra la renovación de alcantarillado, agua potable y alumbrado público de las calles Nuncio, Virgen del Carmen, San Miguel y Plaza de Santa Bárbara, entre otras. De hecho, las obras han comenzado precisamente en esta plaza, donde también se ha procedido a retirar el arbolado que ha causado importantes desperfectos en muchas viviendas y que serán replantados en otras zonas del municipio. Es una vieja reivindicación de algunos vecinos mientras otros han expresado duras quejas contra el equipo de gobierno de PSOE-IU por este mismo hecho.

Para la edil de Urbanismo esta nueva fase culmina la peatonalización del casco histórico consiguiéndose una mejor calidad de vida al eliminar las barreras arquitectónicas. «No sólo es una cuestión estética -puntualiza María José Villa- es una reforma integral de la zona donde se encuentra la emblemática Plaza Mayor».