Cuatro municipios del Medio Vinalopó tendrán que costear con los recursos de sus propias arcas municipales el mantenimiento, limpieza y adecuación de tramos de entre 500 y 3.000 metros de siete carreteras que atraviesan sus términos. Elda, Novelda, Aspe y Pinoso son las localidades afectadas en la comarca y, entre todas ellas, se reparten diez kilómetros de viales cuya titularidad siempre ha pertenecido a la Generalitat Valenciana. Sin embargo en abril el Consell decidió ceder a las administraciones locales, por decreto y sin negociación previa, la titularidad de cientos de carreteras de la Comunidad con la obligación de hacerse cargo de los gastos de su conservación y explotación.
Sin embargo la medida no se ha podido aplicar, todavía, porque el Tribunal Superior de Justicia decidió suspender la semana pasada esta cesión por imposición, de forma cautelar, al darle la razón al Ayuntamiento de la población valenciana de Faura que presentó un recurso contra el Consell. Y mientras el alto tribunal resuelve al respecto, y su sentencia puede sentar jurisprudencia, los ayuntamientos afectados respiran aliviados al sentirse libres -de momento- del lastre económico que supone costear una carretera teniendo en cuenta que construir un solo kilómetro lineal con todo su equipamiento cuesta 250.000 euros.
En el caso de Elda son tres kilómetros del acceso suroeste a la ciudad por la CV-835 desde el enlace de la CV-83; Noveda suma casi cuatro kilómetros de dos vías: la travesía de la CV-835 desde la intersección con la avenida de circunvalación y la N-325 por un lado y, por otro, el tramo de la antigua N-325 entre la estación del tren y el inicio de la variante sureste; Pinoso también tiene asignado el mantenimiento de dos carreteras con algo más de un kilómetro resultantes del acceso por la CV-840 a El Rodriguillo desde Algueña y de la travesía de la CV-836 a El Rodriguillo entre las glorietas; Aspe cierra el listado con los casi tres kilómetros resultantes de la travesía de la CV-825 entre la avenida Navarra y la avenida del Padre Ismael junto a la travesía de la actual CV-84.
Críticas del PSOE al PP eldense
Para el portavoz socialista de Elda «esta cesión de carreteras a municipios es una prueba más de la bancarrota de la Generalitat. Lo que es lamentable es que los años de despilfarro y de corrupción del PP valenciano lo tengamos que pagar ahora los ciudadanos en concepto de mantenimiento de carreteras. Con estos planes -añadía ayer Rubén Alfaro- los eldenses pagaremos una carretera de titularidad autonómica, que sumado con las escasas inversiones del Consell en nuestro municipio, demuestran que la alcaldesa no defiende a los eldenses y sigue sumida en el desgobierno». A Alfaro también le sorprende «el silencio de Adela Pedrosa frente a la Generalitat» y le exige que «de una vez por todas dé un golpe en la mesa y se ponga del lado de las familias eldenses». Para el principal grupo de la oposición lo que ahora debe hacer el gobierno popular de Elda es negarse a mantener los tres kilómetros de la carretera de Monóvar.
